De pura entrada, al prólogo no más, nos enteramos qué va a suceder en la película Acorralada, dirigida por el mexicano Luis Mandoki, y si prevemos -aunque sea por costumbre- un final feliz, estamos listos para una cinta en la que solo quedan detalles, que tampoco son tantos ni tan originales.
Por si alguien entra tarde al cine, le adelantamos que rapidito nos damos cuenta que estamos ante una banda de secuestradores de niños que -en menos de 24 horas- hacen lo que tienen que hacer: llevarse a los güilas, por un lado, y extorsionar a los papás, por otro.
¡Claro!, tienen un estilillo: al papá lo mantienen por allá lejos, y a la mamá a más distancia. Los secuestradores (que son tres) se dividen: un viejo con el niño secuestrado, una mujer con el papá y el jefe de la pandilla con la mamá, porque a él le gusta abusar de ellas. La comunicación es a puro celular, sin que se bajen las baterías.
El guión, poco original, fue escrito por Greg Iles, quien es el propio autor de la novela en que se basa la película, titulada 24 horas. El problema del filme es la poca espontaneidad y la poca malicia que tiene para narrar: lo hace sin sorpresas (¡ah!: tal vez que la niña sea asmática y complica un poco el secuestro).
El resto es una pasarela de lugares comunes, solo que -esta vez- se trata de acciones con la consabida ausencia de la policía y también de los periodistas (¡con lo metiches que son!), aunque toda una autopista quede destruida, con carros destrozados, aviones venidos a pique, balaceras, muertos y el beso final y feliz del matrimonio.
En todo caso, el director Luis Mandoki mantiene presencia, recordémoslo por: Motel (1983), Gaby (1987), Nacida ayer (1993), Cuando un hombre ama a una mujer (1994), Mensaje en una botella (1999) y Mirada de ángel (2001). Ahora, con Acorralada (2002), está en el cine de acción.