Aunque lleva más de un año de haber terminado su participación en El clon , Luciano Szafir no se molesta cuando la gente se refiere a él como Zein.
¥Modelo, empresario y actor, el brasileño ha causado conmoción estos días por su visita al país, a propósito de que el final de El clon está cerca en Teletica.
Aunque en su momento no tenía problemas en hablar de su relación con Xuxa con quien procreó a la pequeña Sasha ahora Luciano prefiere no mencionar a su muy famosa expareja.
Hijo de una acaudalada familia de Sao Paolo, Szafir habló ayer con Viva .
Aquí la gente esperaba ver a Zein, no a Luciano.
Es lógico pues aunque El clon ya terminó en Brasil, O Globo la vendió en todo el mundo y por eso a cualquier lugar que vaya de vacaciones, siempre habrá alguien que me diga Zein. Eso demuestra que la aceptación del personaje fue muy buena. Y aunque en todos los personajes pongo algo de mí, no soy Zein.
Las mujeres tienden a descontrolarse frente a usted...
A mí me gusta el cariño y aunque he tenido situaciones difíciles, no hay que rechazar al público. Recuerdo que cuando tenía 25 años vi en el carnaval a una actriz que admiraba y, por primera vez en mi vida, le pedí un autógrafo a alguien. Ella me respondió muy mal y quedé muy triste y por eso, si estoy de mal humor, prefiero no salir de casa para no responder mal.
"Lo irónico es que años después esa misma actriz me pidió un autógrafo para una prima. Se lo di con gusto, pero no pude aguantarme y le conté lo que ella me hizo antes. No quiero que a mí me pase algo así".
¿Esperaba que El clon fuera tan exitosa?
Nunca. Aunque Gloria Pérez es una gran autora y Jayme Monjardim un excelente director, creo que nadie pensó que crecería tanto, ni que sería tan larga. Zein entró a media novela y la gente lo quiso rápido pues, a una semana de haber aparecido, el 65 por ciento de los brasileños opinaban que era el mejor hombre para Jade.
¿Ha sido difícil dejar atrás a un personaje tan popular?
Este es el primer país que visito como Zein y sé que la gente esperaba verme con barba y otro cabello, pero he tenido otros trabajos y tuve que cambiar de imagen. Hasta hace dos semanas llevaba el pelo largo y la barba pues estaba haciendo de Jesús.
"Los actores somos camaleones, pero la imagen de Zein me gustaba porque por él muchos hombres empezaron a dejarse la barba y vestir de negro, pero ahora estoy en una obra de teatro, con dos filmes pendientes y ya O Globo me habló para otra novela".
¿Cuándo decidió dedicarse a la actuación?
No era mi intención. Me involucré con los negocios de la familia y estudié administración de empresas. A los 17 años estaba en un restaurante de Nueva York y una señora me propuso hacer un anuncio, pero me negué. Cuatro años después me plantearon otra oportunidad y acepté hacer anuncios, aunque mi familia se opuso.
“Cuando volví a Brasil manejé una franquicia de lentes y fui a un programa de televisión. Había un director que necesitaba a un actor bien nervioso y al verme sudando me ofreció el papel. Yo pensé en hacer sólo una telenovela para poder promocionar los lentes, pero a la semana de haber empezado me enamoré de la profesión”.