Más del 80% de las pesquerías mundiales se encuentra totalmente explotado, sobre explotado o agotado, lo que afecta la estabilidad de los recursos pesqueros según el último informe de la FAO sobre el Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura. El mayor impacto al ecosistema marino en Costa Rica es el de la sobrepesca con artes de pesca no selectivos. Entre el año 2000 y el 2007 el volumen total del producto pesquero en Costa Rica mermó en un 40%, para el 2012 esa merma se encuentra en un 50% o más.
Datos de la FAO y en Banco Mundial indican que la economía mundial podría recuperar hasta $ 50 billones anuales al restaurarse los stocks de pesca y al reducir el esfuerzo pesquero a niveles óptimos; en Costa Rica estamos ayunos de este tipo de estudio porque no hay planificación en el manejo de los recursos pesqueros.
Pesca desmedida. El agotamiento de los recursos por la pesca desmedida de las poblaciones de camarón ha llevado a los barcos camaroneros a dirigir sus artes de pesca de arrastre a los bancos de congrio, pargo y cabrilla, muy cerca de la costa, compitiendo deslealmente con la flota artesanal que pesca con cuerda de mano.
Además del impacto económico negativo a comunidades costeras artesanales, que dicho sea de paso son la mayoría de los pescadores costarricenses, arrastran entre sus redes toneladas de peces juveniles y sexualmente inmaduros de las zonas costeras, que mueren ahogados en redes que solo dejan pasar el agua y no logran engrosar los stocks de pesca para que otros pescadores puedan aprovecharlos en su etapa adulta.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la flota asiática empieza a pescar industrialmente a lo largo del archipiélago japonés; 15 años después los stocks habían mermado en un 80%, en esa zona, razón por la cual se van corriendo hacia el Pacifico Oriental, utilizando artes de pesca no selectiva como el palangre de superficie, principal arte para la pesca del tiburón. Hoy día, más de 79 millones de tiburones mueren al año por la pesca de palangre de superficie y se estima que el 90% de las poblaciones de tiburón han desaparecido de planeta.
La pesca con palangre se hace con una línea larga de hasta 200 km de largo en una sola línea, utilizando 3.000 anzuelos con carnada; esta pesca, además de tiburones, puede enganchar hasta 40 tortugas en un lance, además de marlín, pez vela y hasta aves marinas, dejando un grave impacto en la biodiversidad y en la economía costarricense; sin embargo, les abrimos la puerta y los muelles a esta flota extranjera que solo pérdidas y desprestigio le deja al país.
El palangre de superficie afecta también al sector de pesca turística, mas del 85% de las poblaciones de marlin y 90 % de las de pez vela han desaparecido de la costa pacífica por el uso del palangre, la flota asiática tiene una cortina de más de 10 millones de anzuelos a lo largo de la costa pacífica, impidiendo las migraciones estacionales de marlin, vela, tiburones y dorados, dilapidando inmisericordemente los recursos que pertenecen a todos los costarricenses.
Pesca responsable. Pese a este panorama, aún estamos a tiempo. Los mares nacionales son también una fuente de recreación, turismo, pesca responsable y pesca turística.
Aquí en Costa Rica, la UCR le otorga un valor de $ 3,000 a un pez vela vivo mientras que muerto se consigue en 1,400 colones el kilo en el Cenada. Nos estamos comiendo el capital natural a precio de carne de gato, la pesca turística en Costa Rica atrae más de 100.000 turistas al año y, según la UCR, genera 4.000 empleos directos y 63.000 indirectos con un ingreso bruto cercano al 2% del PIB; sin embargo, los turistas pescadores están dejando de venir porque la pesca turística se ha deteriorado.
Las Áreas Marinas de Pesca Responsable son la respuesta inteligente de las comunidades costeras organizadas ante el deterioro de los stocks de pesca, la inseguridad alimentaria, la falta de regulaciones y la falta de manejo de los recursos pesqueros. Las Áreas Marinas de Pesca Responsable de Palito en Chira, Tárcoles, Golfo Dulce y más recientemente San Juanillo han logrado con grandes esfuerzos organizarse y dar los primeros pasos para la implementación de un modelo de manejo que incluso puede ser proyectado internacionalmente.
Debemos recuperar nuestros océanos y nuestro patrimonio, nuestra principal riqueza económica es la biodiversidad, con el manejo responsable de los recursos podemos dinamizar una economía azul que desarrolle las Áreas Marinas de Pesca Responsable, propicie la reconversión de artes de pesca indiscriminada a artes de pesca selectiva, incentive la pesca turística como parte del desarrollo económico y propicie corredores biológicos para garantizar la libre migración de las especies.
Debemos sentar las bases para una política económica costera que incremente la productividad de nuestro capital natural con el aprovechamiento responsable de los recursos marinos, debemos sacar a flote lo que ocurre en nuestros mares, apoyemos la agenda azul en Costa Rica y las políticas de pesca responsable: es un asunto de política económica y de soberanía nacional.