Con voz fresca y relajante, el agua llama a la puerta de las casas para anunciar que el invierno se acerca; pero, si usted la deja entrar, probablemente tendrá una lluvia de problemas.
Según el alergólogo Miguel Segnini, la humedad imperante aumenta la vulnerabilidad de las personas alérgicas. Así proliferan los casos de rinitis, conjuntivitis y asma bronquial, además de las infecciones.
"Un ambiente húmedo favorece la reproducción de los ácaros, organismos microscópicos que están en todas partes y estimulan las alergias en las personas sensibles", afirma el médico.
Ante esa amenaza, los remedios son tan sencillos como mantener una limpieza adecuada y sacudir los muebles con un trapo húmedo para absorber los ácaros.
Estos tienen predilección por los dormitorios, de modo que si en la familia hay alguien alérgico, su ropa de cama debería lavarse cada tres días y con agua caliente. Segnini también recomienda decir "¡adiós!" a los muñecos de peluche.
Combate directo
Además de perjudicar la salud, la humedad puede causar otras molestias en los hogares: mancha la ropa en los armarios, deteriora los libros guardados, genera hongos en las paredes, y hace que las goteras se conviertan en un verdadero fastidio.
Hay quienes utilizan un bombillo en los closets para calentarlos y evitar la proliferación de hongos. Sin embargo, recientemente salieron al mercado dos productos llamados Baldeseca y Damp Rid, que funcionan como deshumecedores.
Ambos consisten en una especie de colador con cloruro de calcio granulado, el cual absorbe la humedad para que caiga en un recipiente que se coloca debajo.
"Eso seca el aire para evitar el moho. El balde se revisa todas las semanas porque, si hay mucha humedad, se llena rápido de agua", detalla Olman Valverde, del supermercado Hipermás.
Por otro lado, quienes tienen alfombras en su casa no deben olvidar limpiarlas y pasar la aspiradora con frecuencia.
Si el problema son las goteras, es necesario detectar de inmediato la causa de la filtración de agua. Puede ser que el zinc esté roto, arrugado o mal puesto.
"A veces hay que cambiar las láminas; si no, basta con sustituir los clavos y poner un sellador o impermeabilizante", afirma Carlos Williams, del taller WT.
Según explica, varias marcas de pintura ofrecen impermeabilizantes, los cuales son óptimos para techos o canoas y se aplican en forma directa. Mientras tanto, los anticorrosivos requieren uso de aguarrás y sirven para evitar la oxidación, por lo que se recomiendan para rejas y portones.
Otra medida urgente es limpiar las canoas antes de que avancen las lluvias, pues el polvo y las hojas de los árboles taquean las salidas de agua y esto provoca moho en las paredes.
Si se coloca un cedazo en la boquilla de la canoa, los sedimentos quedarán arriba y será más fácil quitarlos.
Medidas extremas
Los anteriores consejos son fáciles de seguir y no requieren una gran inversión. Sin embargo, el exceso de humedad a veces se produce por problemas mayores en las construcciones.
Por ejemplo, el arquitecto Johnny álvarez afirma que en Costa Rica se hacen ventanas demasiado pequeñas en los baños, lo cual impide la salida del vapor.
Eso favorece la aparición de hongos y, si lo hay, el tapiz se desprende de las paredes. El arquitecto recomienda --al menos-- colocar celosías y mantenerlas abiertas para que haya buena ventilación.
Las demás ventanas de la casa requieren igual revisión, pues los marcos de madera pueden deteriorarse con la humedad.
"En ocasiones hay que cambiarlos por una madera de mejor calidad o por marcos de aluminio; o bien, si el daño no es grave, darles una mano de pintura de aceite o barniz y asegurarse de que queden bien sellados", afirma álvarez.
Los pisos de madera también pueden llegar al extremo de podrirse y tienen que ser cambiados, los de mármol se manchan fácilmente.
En cuanto a las paredes, el experto recomienda pintar cada dos años con impermeabilizantes, luego de limpiar muy bien la superficie. No obstante, la compañía Impersa ofrece diversos productos que --según sus vendedores-- resultan más resistentes que la pintura.
Estos consisten en mantos impermeables y emulsiones asfálticas que protegen los techos, muros, canoas y ventanas. También ofrecen silicones para sellar las grietas.
"La pintura es una solución para corto plazo, mientras que nosotros brindamos garantías por varios años y damos un servicio específico según la naturaleza del problema", afirma Mauricio Orozco, de Impersa.
La ausencia de aleros, la ruptura de tuberías, la mala colocación de las paredes de gypsum y la falta de ventilación son otros de los problemas que podrían causarle dolores de cabeza durante la estación lluviosa.
Por ese motivo, antes de que el agua llame a su puerta con más fuerza, conviene que usted inspeccione cada rincón de su casa y mantenga un adecuado mantenimiento.
Así, usted podrá disfrutar del sonido de la lluvia y hacer del invierno una visita agradable.