San José (Redacción). Casi año y medio después de que el ministerio de Cultura retiró del parque del Agricultor, contiguo al aeropuerto Juan Santamaría, el enorme bronce del Monumento al Agricultor, los alajuelenses sueñan con el retorno de la obra, pero su regreso es incierto.
Así lo afirmó Ricardo Alfieri, director del Museo de Arte Costarricense, quien expresó que la ubicación es un tema que se abrirá a debate público para que las opciones que se den sean las más idóneas para la pieza.
Dijo que el criterio técnico tiene que prevalecer sobre el político. “En última instancia, lo que tiene que imperar es qué es lo más conveniente para el monumento escultórico”.
Por su parte, el alcalde de Alajuela Roberto Thompson indicó que la Municipalidad de Alajuela firmó un convenio en su momento con el Ministro de Cultura Manuel Obregón en el sentido de que la obra del maestro Francisco Paco Zúñiga regresaría a Alajuela.
Afirmó que incluso han ido con el ministro Obregón a mostrarle el sitio que sugieren para ubicar el monumento, que es un parque público al frente del cementerio.
Sostuvo que la municipalidad cuenta con ¢100 millones para la recuperación de ese parque y tienen diseñado el lugar donde iría el pedestal del monumento. Afirmó que la idea es ubicarlo ahí con normas de seguridad e iluminación.
El ministro en principio manifestó que veía con buenos ojos que se pudiera instalar ahí, pero lo primero es iniciar la restauración, afirmó Thompson.
“Nosotros ofrecimos en su momento los recursos para la restauración, pero se nos informó que la misma estaría a cargo del Museo de Arte Costarricense”.
Añadió que han visto con preocupación que el proceso de restauración no avanza.
En relación con esto Ricardo Alfieri indicó que están redactando el cartel de licitación para reparar la obra y, en paralelo, reciben asesoría de Patrimonio Cultural del ministerio de Cultura y de la Escuela de Artes Plásticas de la UCR.
Lo que si está definido es que se va a restituir el brazo y el dedo robados de la figura de la mujer.
Todo será con presupuesto del museo y podría llegar a unos ¢30 millones.
El monumento consiste en tres figuras humanas: un campesino con la pala en su mano, una mujer sembrando semillas y un niño desnudo, aferrado a las enaguas de su madre.