
Esas sombras oscuras que rodean los ojos –especialmente la base del párpado inferior–, no solo lo hacen a uno parecer más viejo; también le dan a la cara un toque de cansancio, pintan la apariencia de estrés y hasta le dan un barniz de tristeza al rostro.
Quienes las lucen saben muy bien que no es sencillo lidiar con las ojeras. Tanto los hombres como las mujeres , invierten mucho tiempo y dinero en busca de tratamientos o soluciones mágicas que les quiten de encima este suplicio.
Las ojeras son uno de los problemas de la piel de mayor consulta entre dermatólogos y esteticistas, después del acné, y, por supuesto, uno de los nichos comerciales más productivos para la industria de cosméticos.
Desde el punto de vista fisiológico, esa coloración oscura se produce por las venas debajo la piel alrededor de los ojos. Esta es una zona muy delicada la cual, con el paso de los años, se vuelve aún más sensible y vulnerable a oscurecerse por efecto de las venas y capilares.
Si a esto se le agregan la acumulación de constantes trasnochadas, exceso de trabajo y escasez de descanso, el resultado serán unas sombras todavía más marcadas.
Claro que hay casos en que las ojeras tienen orígenes médicos, debido a enfermedades o problemas como una severa deficiencia de hierro. En estas circunstancias, no hay que dudar ni un momento en acudir a un especialista.
Las recomendaciones para las personas ojerosas abundan. La primerísima es consumir suficiente agua cada día para mantener una piel lozana.
El agua es la mejor medicina casi para cualquier cosa, y los ojos de mapache no son la excepción a esa regla. Para empezar, no olvide tomar, al menos, ocho vasos de agua al día.
Una persona ojerosa tampoco debe olvidar colocarse religiosamente el protector solar bajo los ojos para evitar el daño en esa área. Tampoco debe sacar de su lista de deberes diarios dedicar suficientes horas a un buen descanso. Por eso, trasnochar con frecuencia dejará sus marcas en el rostro. De eso no cabe ninguna duda.
Ya desde hace muchos años, las abuelas recomendaban poner bolsitas frías de té o de leche, y rodajas de pepino sobre los ojos cerrados, por alrededor de 20 minutos. Estas aplicaciones refrescan y le dan más tono a la piel bajo los ojos.
La nutrición también se debe vigilar si se quiere controlar la formación de sombras. Uno de los consejos básicos es vigilar la cantidad de sal que se consume en cada comida.
Como es sabido, el consumo excesivo de sal causa que se acumule agua en el organismo y, en el caso de los ojos, que se formen las temidas bolsas. Esas bolsas acentúan la presencia de las ojeras.
Tomar té de manzanilla podría aliviar la severidad de las ojeras. La fama de la manzanilla para reducir la inflamación es más que reconocida, y sus beneficios también podrían extenderse a este padecimiento.
El perejil es otro ingrediente que previene la retención de líquidos y la formación de bolsas alrededor de los ojos.
Se dice que comer perejil fresco todos los días –ojalá en en ayunas–, reduce la formación de las ojeras.
Igualmente, se aconseja tomar una cápsula de vitamina K diaria. Esa vitamina tiene el potencial de disminuir la inflamación de la piel, especialmente de áreas con mayor sensibilidad.
Por supuesto, existen terapias más agresivas para el tratamiento de las sombras alrededor de los ojos.
La medida más extrema es la cirugía plástica, a la que se recurre para eliminar las bolsas que se forman bajo los ojos; con esto se atenúa el problema.