A los 53 años, con varios premios Grammy, un premio Oscar, unos cuantos premios Brit y muchas otras estatuillas bajo su brazo, Annie Lennox pareciera estar más preocupada por los problemas del mundo que por su carrera musical.
Su lucha humanitaria también le ha significado grandes reconocimientos y ha trabajado con íconos como Bono y Nelson Mandela, pero, principalmente, aún sigue siendo una cantante.
Cuatro años han pasado desde que lanzó Bare , su último trabajo en solitario, y más de 25 años desde los días en los que el dúo Eurythmics, junto a Dave Stewart, creó clásicos como Sweet dreams are made of this y Here Comes the Rain Again .
Para su cuarto álbum en solitario desde su debut en 1992, con Diva , Lennox se juntó con el productor Glen Ballard, súper conocido por esa obra maestra llamada Jagged little pill, que creó junto con Alanis Morissette a mediados de la década pasada.
La mano de Ballard se nota en un sonido más tosco que se incorpora en algunas partes de esta nueva producción. Sin embargo, Lennox triunfa al demostrar que su conocida calidez vocal se ha mantenido intacta.
En canciones como Womankind exhibe el porqué la cadena VH1 la llamó la más grande cantante blanca viviente del soul , al mezclar ese género con otros sonidos propios del rock e incluso del hip hop .
Como primer sencillo se promociona el tema Dark road, cuyo vídeo tiene la particularidad de haber sido el primero en estrenarse en el sitio web de Amazon.com antes que en otros medios electrónicos, incluida, por supuesto, la televisión.
Otra de las canciones que destaca es Sing, no solo por su mensaje y por beneficiar el combate del sida en África con las ganancias obtenidas con su venta, sino porque además en este corte se hace acompañar por un coro compuesto por algunas de las voces femeninas más importantes de la actualidad.
Y si no lo cree, imagínese lo que es tener a Madonna, Dido, Celine Dion y Fergie, entre muchas otras, contribuyendo con su voz a este proyecto.
Sing fue lanzada como segundo sencillo en Europa el sábado pasado y el dinero que se recaude será destinado a la organización Treatment Action Campaign que combate y educa contra el sida.
Mancuerna. En relación con su colaboración con el productor Glen Ballard, Lennox reveló que lo conoció en una actividad social promovida por su excompañero Stewart. Desde el principio supo que podría trabajar con él, según una entrevista proporcionada por su compañía Sony BMG.
“Él es una persona muy sensible e intelectual, pero en el sentido más humano del término y nos conectamos de forma inmediata”, explicó la artista.
Vital para el éxito de esta yunta fue que Ballard le dijo desde el primer momento que para él era muy interesante la propuesta musical de ella.
“Sentí que estábamos en esto juntos y que los egos no estaban envueltos, fue fantástico y fue una gran decisión”, contó la cantante.
Pasado. Nacida en Escocia en 1954 y educada en una escuela de música clásica, Lennox irrumpió en la escena musical en 1980 cuando fundó junto con Stewart el dúo británico Eurythmics.
Durante esa década, el grupo obtuvo éxito comercial y también con la crítica. Ellos lograron ventas por más de 75 millones de copias y obtuvieron múltiples reconocimientos y premios internacionales.
Pero en 1991 decidieron hacer una pausa debido al desgaste de su relación, después de tantos años de estrecha creación.
Un año después, Lennox debutó como solista con su primer álbum con música original, del cual se extrajeron éxitos como Walking on broken glass y la hipnótica Why .
Su siguiente trabajo en solitario acaparó también buenas críticas y la consagró con nuevas versiones de clásicos como No more I love you’s y Whiter shade of pale .
En 1999, hizo las paces con Stewart y nuevamente bajo el nombre de Eurythmics lanzaron la producción aptamente llamada Peace , sin que esto significara una reunión definitiva.
En el 2003, Lennox lanzó, nuevamente en solitario, el disco Bare y de paso se ganó un premio Oscar por canción Into the west, del filme El señor de los anillos: El retorno del Rey .
Actual. Para Songs of mass destruction , la escocesa mezcló los sonidos que la han hecho famosa con estilos más contemporáneos.
Sin embargo, aseguró que todo el trabajo fluyó de una forma muy natural. Nada fue forzado.
“El proceso de composición empezó en mi casa, con mi propio piano, y ahí surgen las ideas iniciales y luego se la llevé a Mike Stevens, mi director musical, que me ayuda con la estructura de la canción”, afirmó Lennox.
Con respecto a los temas que aborda en esta nueva producción, aseguró que “no fueron prefijados ya que yo no puedo obligarme a escribir una canción sobre tal tema, excepto por Sing, en la que quise escribir una canción que fuera un himno para las mujeres”, agregó.
El resto de las canciones surgieron de forma espontánea y abarcan tópicos como el deseo, el arrepentimiento, anhelos, amor. “Lo que sea que este represente, ya sea amor romántico o el universal, todos están presentes”, dijo en la entrevista.
“Intento ser más positiva, me hace sentir más poderosa, es algo catártico, es un proceso creativo”, reflexionó, sobre el momento en el que se sienta a componer.
Aunque, tal vez, todavía es demasiado pronto para hablar del futuro, Lennox asegura que le falta mucho por intentar.
“Me gustaría experimentar con otros sonidos, por ejemplo, la música latina es algo que me fascina y me gustaría probar con esos ritmos y esos sabores”, aseveró.
Así sigue soñando una artista que una vez se preocupó por la fama y la fortuna pero que ahora busca contribuir para crear un mundo cada vez mejor con lo que mejor sabe hacer: escribir y cantar.