Londres. Reuters. El director de cine Anthony Minghella, quien ganó un Oscar por el filme El paciente inglés , giró su atención hacia la ópera, y presentó en Londres una versión de Madama Butterfly , de Puccini, que ha dividido a los críticos.
En su primer montaje de ópera, el conocido director británico optó por una producción visualmente impactante que bebe del teatro japonés, con ballets de abanicos, pájaros de origami, y un techo reflectante que revela partes del backstage y un suelo negro inclinado.
El joven hijo de Butterfly -la joven geisha enamorada, protagonista de la pieza- está interpretado por una marioneta, manipulada por tres hombres "nvisibles" enmascarados de negro en el escenario, lo que representa el aspecto más controvertido de la obra.
En el estreno, este fin de semana en la English National Opera, una de las producciones más esperadas del calendario operístico tuvo una cálida acogida, particularmente la actuación de la cantante británica Mary Plazas en el papel principal.
Pero los críticos se mostraron divididos respecto al concepto de Minghella. Algunos criticaron que antepusiera el estilo muy por delante de la sustancia de la obra.
"El concepto de Minghella destripa el corazón y alma de la obra", escribió el lunes Rupert Christiansen del Daily Telegraph .
"Es una función para expertos del Vogue , no para amantes de la ópera", concluyó el crítico.
A Richard Morrison, del Times , no le convencieron los títeres: "Un toque oriental es demasiado (...) las emociones italianas y los títeres japoneses no se mezclan bien".
La producción permanecerá en cartelera, en Londres, hasta el 13 de diciembre y después se trasladará a la Metropolitan Opera, de Nueva York. Entre las cintas del director, figuran The Talented Mr. Ripley (1999) y Cold Mountain (2003).