Por Fernando Puchol
Washington, 5 jul (EFE).- Estados Unidos lo quiere celebrar a lo grande y con meses de antelación al centenario del primer vuelo con motor de los hermanos Wright, el 17 de diciembre de 1903, han comenzado este fin de semana los actos para rememorar la gesta.
Aquel día, a las 10.35 de la mañana, el biplano "Wright Flyer" consiguió despegar sus ruedas del suelo en la localidad de Kitty Hawk (Carolina del Norte) y realizó un breve vuelo sobre la playa de Outer Banks, que duró 12 segundos y recorrió unos 40 metros.
Se abría una nueva era, a la que 100 años después EEUU rinde homenaje con más de 300 actos programados hasta final de año para recordar la hazaña de Wilbur y Orville Wright, los hijos de un religioso que tenía una tienda de bicicletas en Dayton (Ohio).
Hasta esa localidad se trasladó el viernes el presidente de EEUU, George W. Bush, para pasar el Día de la Independencia, la festividad nacional, y para abrir de manera oficial las celebraciones del primer siglo de vida de los vuelos tripulados con motor.
Bush expresó su orgullo por visitar "el lugar de nacimiento, la casa y el futuro de la industria aeroespacial", donde los hermanos Wright diseñaron su primer aeroplano, y destacó la vertiginosa evolución tecnológica de estos 100 años.
En el museo de la Fuerza Aérea de EEUU y flanqueado por un bombardero B-1 y un caza F-16, Bush se preguntó "qué habrían pensado Wilbur y Orville si hubieran visto la máquina voladora en la que he venido", en referencia al "Air Force One", el Boeing-747 en el que viajan los presidentes estadounidenses.
El gran salto industrial y social que propició la pasión por volar de los Wright es el mensaje que quiso transmitir también John Glenn, el primer estadounidense que hizo en 1962 un vuelo orbital a la Tierra, encargado ahora de organizar la efeméride en Dayton.
"Desde las arenas de Kitty Hawk hasta el polvo de la superficie de la Luna sólo pasaron 66 años. Es impresionante", manifestó Glenn.
Neil Armstrong, el primer hombre que pisó el suelo lunar en 1969, destacó que esta historia "es la historia de la capacidad humana, la capacidad para ver, anticipar, crear y conseguir los sueños".
Este salto es el que quiere destacar la Comisión del Centenario del Vuelo, el organismo creado en 1998 por el Congreso para contar la Historia que va desde al "Wright Flyer" hasta los transbordadores espaciales, pasando por el primer vuelo transoceánico de Charles Lindbergh, el lanzamiento del Sputnik y la conquista de la Luna.
El espíritu se hará llegar al gran público a través de la emisión de monedas y sellos postales conmemorativos, la publicación de una ingente cantidad de literatura y materiales educativos, y la creación de concursos académicos y premios estudiantiles.
El efecto que se pretende conseguir, según los responsables de la Comisión, es "inspirar a la próxima generación de inventores" y "fomentar los valores de estos 100 años de aviación: el ingenio, la invención, la perseverancia, la creatividad y el coraje".
Para muchos entusiastas de la aeronáutica el centenario es también la ocasión para tratar de desentrañar el proceso que siguieron los Wright para construir su primer artefacto, porque no se conservan planos, ni dibujos de sus diseños originales.
Sólo algunas cartas y referencias escritas dan pistas sobre cómo se construyó el primer aeroplano, que se conserva actualmente en el Museo Aeroespacial de Washington y que volverá a volar sobre las playas de Carolina del Norte exactamente 100 años después de su bautizo.
La celebración también deja espacio para la polémica, aunque sea muy de lejos, porque para algunos no fueron los hermanos Wright los auténticos pioneros en los vuelos tripulados con motor.
La repercusión internacional no fue la misma, pero Nueva Zelanda ya celebró hace meses el centenario de lo que considera el primer vuelo con motor del mundo, el realizado por Richard Pearse.
El 31 de marzo de 1903, Pearse remontó el vuelo en un aparato construido por él y con el que recorrió 140 metros antes de chocar contra un seto, después de fracasados intentos en años anteriores, según atestiguaron familiares y vecinos del aviador.
Nueva Zelanda era entonces un remoto país agrícola y las experiencias de Pearse nunca fueron registrados por la prensa ni por los fotógrafos, por lo que oficialmente esta presunta hazaña nunca ha sido reconocida como el primer vuelo de la Historia. EFE
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