Nueva York. DPA En los "buenos" tiempos pasaba 300 noches al año sobre un escenario, pero hoy B.B. King, que el viernes cumplió 80 años, redujo sus presentaciones a la mitad. "Mientras haya público que me quiera ver, subiré al escenario", ratifica.
En compañía de Lucille, su guitarra adorada, King toca y canta el blues exactamente como lo escuchaba en su niñez en el delta del Mississippi. Solo una cosa puede superar a Lucille , admitió el "rey del blues " a su biógrafo: "El sexo adecuado con la mujer adecuada".
Sus dos matrimonios fracasaron, sobre todo porque estaba siempre de viaje. A cambio, mira con paternal orgullo a sus 15 hijos, los que engendró con 15 mujeres diferentes, ninguno con sus esposas.
Larga vida. Aunque el blues , el origen del jazz , es su vida, a B.B. King no le gusta ser estimado únicamente como músico de blues . "Ser cantante de blues es como si se fuera negro dos veces al mismo tiempo", afirma en su biografía ( B.B. King: Una vida con el blues ).
Con admiración observa a colegas del jazz como Dizzy Gillespie, Miles Davis y Charlie Parker. Como tocaban, opina, sencillamente iba más allá de su horizonte. "El blues es una música simple", dice, "y yo soy un hombre sencillo".
King observó en la década del 50 con irritación creciente cómo la juventud manifestaba su entusiasmo por el rock and roll . También se sintió apartado cuando apareció el soul . Y le apena que la generación del hip hop no tenga "a veces interés en el verdadero blues" .
Mientras tanto, cosecha numerosos admiradores, entre los que se cuentan Eric Clapton y John Mayall. Incluso John Lennon declaró alguna vez que le gustaría tocar la guitarra como B.B. King.
Nació un 16 de setiembre de 1925 como Riley B. King, hijo de trabajadores pobres de una plantación en Indianola, Mississippi. Tras años de duro trabajo en el campo, transitó junto a su primera Lucille - ya va por la vigésima- de un local a otro de los estados sureños por un puñado de dólares. Hoy acumula nueve Grammys, cuatro discos de oro y cuatro doctorados honorarios.