OLOF NO SABE LEER. Esto es fundamental para que una historia de amor toque las fibras más emotivas del espectador, exactamente desde el momento en que Olof conoce a Ellen. Así sucede en una hermosa película, cautivante, como lo es el filme sueco Bajo el Sol (1999, de Colin Nutley).
La cinta llega con alguna tardanza, pero no olvidemos lo que dice la sabiduría popular: Nunca es tarde, cuando la dicha llega. Es lo mismo que le sucede a Olof (magistral actuación de Rolf Lassgard), quien a sus 40 años aún no conoce mujer, y la soledad lo atrapa luego de la muerte de su madre.
Sucede en la campiña sueca, en el tránsito de las estaciones, al sentir de la Naturaleza (así, con mayúscula), quien resulta protagónica: es el tenue espacio del amor, es también donde se expresan las barreras de ese noble sentimiento. No hay manera, la Naturaleza interviene: se oye, se ve, se palpa, envuelve al hombre.
Es en 1956. Olof no sabe leer ni escribir y solo puede fiarse de un jovenzuelo tramposo llamado Erik (Johan Widerberg), quien siempre anda presumiendo de la cantidad de mujeres que han estado con él, sobre todo cuando viajó a los Estados Unidos, pero es un tipo patán y engañador.
Olof pone un aviso en un periódico: "Granjero solitario de 39 años, coche propio, busca joven ama de casa; se agradecerá fotografía". Esto se convierte en chisme a sus espaldas por culpa del pastor luterano del lugar. Pero el resultado del anuncio es que llega Ellen (Helena Bergstrom).
Ellen tiene 34 años. Con ella, Olof conocerá lo sublime del amor, sus bondades y, juntos, podrán llegar a lo más apasionado de ese sentimiento. Sin embargo? debe haber un sin embargo, para darle cuerpo al conflicto.
El filme evita, aquí, caer en el melodrama sensiblero. En tanto, se nos recuerda la presencia del proverbio: "Lo que fue, eso será; lo que se hizo, eso se hará; nada hay nuevo bajo el Sol". ¿Qué importancia tiene esta frase?
Todo puede suceder en el campo sueco, en el solsticio vernal, cuando el Sol es más terco que nunca. Con extasiante presencia visual, la película discurre, casi con silencio solemne, con exquisitez fotográfica, música acertada, impresionantes actuaciones y el arte del director Colin Nutley.
Nutley es de origen inglés. Un día se fue a Suecia, ahí se quedó, y ahora hace cine como los mejores suecos. Sus películas han sido postuladas en tres ocasiones al Oscar como mejor cinta extranjera, incluida esta. Es cine bucólico, pictórico, desafiante. Cine que hay que ver en una buena sala. Allí vivirá una historia de amor que usted comparará con la suya.
Cómo, cuándo, dónde...:
Bajo el Sol se exhibe en American Oulet Mall y Colonial.
Entrada: De ¢1.000 a ¢1.500, según la sala. Precio especial en funciones de la tarde y para pensionados.
Horario: Funciones regulares.
Estreno: Mañana, viernes.