Su cuerpo fue hallado en su casa del humilde barrio Tristeza. Se desconocen las causas de la muerte.
Mello falleció en su ciudad natal tras una vida en la que destacó como jugador de futbol e, inesperadamente, en actor de cine.
Cuando jugaba para Fluminense de Río de Janeiro su espigada figura llamó la atención de los productores de la película Orfeo Negro y fue invitado a interpretar el papel principal.
El filme, ambientado en las favelas y el carnaval, carioca ganó en 1959 la Palma de Oro de Cannes y se convirtió en objeto de culto para los cinéfilos.
Después de esa primera película volvió a las canchas para jugar en el club Santos en donde brillaba Pelé, pero poco tiempo después se dedicó a la carrera de actor.