París, 17 ene (EFE).- La ex actriz francesa Brigitte Bardot, reprochó hoy a los ministros franceses de Interior y de Agricultura no haber hecho lo necesario para que los corderos matados ritualmente durante la fiesta musulmana del sacrificio sufran menos.
Brigitte Bardot precisó que el propio presidente del Consejo francés del Culto Musulmán, el rector de la mezquita de París, Dalil Boubakeur, le garantizó el pasado febrero que el Islam no se oponía a que los animales estuviesen semidormidos al ser degollados.
Sin embargo, "sus servicios no han hecho lo necesario para que los mataderos de culto musulmán sean puestos en conformidad", dijo la defensora de los animales en una carta abierta a los ministros.
Bardot afirmó que la electronarcosis, un aturdimiento provocado por una ligera corriente eléctrica, podría suavizar esa "muerte ya atroz" que sufren los corderos al ser degollados.
Fuentes oficiales indicaron que el ministerio de Agricultura y el de Interior enviaron el pasado noviembre una circular conjunta con instrucciones a los prefectos (gobernadores civiles) desde el pasado noviembre, en la que preconizaban el uso de la electronarcosis.
La Fiesta del Sacrificio es una manifestación religioso-popular común al mundo musulmán, que se celebra un tiempo después del final del mes del ayuno (Ramadán), en recuerdo del sacrificio de Abraham de su primogénito, a quien Dios permitió trocar finalmente por un cordero.
Evitar dolor al animal, asestando una cuchillada limpia en la yugular, y evitar la proximidad de otros corderos que puedan sufrir viendo la muerte de su predecesor, son dos de los requisitos coránicos indispensables para que el sacrificio sea correcto.
En 2001, el Tribunal Supremo desestimó un recurso de Brigitte Bardot contra su condena por incitar a la violencia y el odio racial en un libro en el que se quejaba del número de inmigrantes musulmanes en Francia, sus matanzas de corderos durante la fiesta y la abundancia de mezquitas en el país.
La célebre sex-symbol de los años 60, convertida hace décadas en defensora de los animales, es también desde años compañera sentimental de un líder de la ultraderecha francesa. EFE
lg/egn