Un lote de café de la finca La Estrella, en Santa María de Dota, logró ayer un precio de $2.000 por quintal (46 kilos) en una subasta por Internet, mientras en el mercado de referencia, la Bolsa de Nueva York, ese bulto se pagó a $243,50.
La cotización se obtuvo en la subasta electrónica del concurso Taza de la Excelencia, hecha en la mañana de ayer en la página de Internet de la Asociación de Cafés Finos de Estados Unidos.
Taza de la Excelencia tiene el respaldo internacional de la Alliance for Coffee Excellence (ACE). En Costa Rica, el concurso es respaldado por la Asociación de Cafés Finos y el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).
El café que logró el mejor precio es el mismo que ganó el primer lugar en la catación de 17 jueces internacionales y dos nacionales, realizada del 9 al 13 de mayo pasado, también como parte del concurso Taza de la Excelencia. El grano pertenece a la familia del productor Luis Ricardo Calderón.
El segundo lugar en esa primera catación, un lote de la finca Don Leoncio, de Manuel Antonio Barrantes, también fue el segundo en mejor precio ayer en la subasta. Alcanzó $1.200 por quintal. Procede de Lourdes de Cirrí, en el cantón de Naranjo, Alajuela.
Agregó que arriba del 70% de la producción nacional ya se vende con premios por calidad. Eso significa un pago promedio superior entre $20 y $40 por quintal al de la Bolsa de Nueva York.
En el caso de Taza de la Excelencia, se obtienen premios adicionales, dijo Peters, en segmentos de mercado más pequeños que quieren un café único en el mundo por sus características.
Los cafés ganadores se posicionan en el mercado de alta calidad y compradores de distintas partes del mundo llegan luego a las fincas donde escogen lotes y compran la cosecha por adelantado. Además, ofrecen precios muy superiores a los tradicionales de los mercados.
Calderón explicó que el secreto para lograr tal calidad está en la asistencia que dan al café, la altura donde se ubica y la recolección de solo café maduro. Además, beneficiarlo y secarlo bien es importante para obtener una buena taza.
Agregó que se mantiene con un poco de sombra para que las hojas proporcionen abono orgánico, se fertiliza bien y se mantiene limpio porque demasiada maleza es perjudicial para el cultivo.
Barrantes dijo que el secreto es trabajar bien y cuidarlo “uno mismo”. Tanto como se cuida la planta, debe ser el proceso de beneficiado.
“Es algo de todos, todos, todos los días, porque al menor descuido, por ejemplo al final, en el beneficiado, usted pierde el trabajo de todo el año. Es como cuando se está criando a un niño... Se trata de tener buenas plantaciones y cuidarlas bien”, señaló el cafetalero.