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QUITO (AFP) - Los cancilleres de Colombia, Fernando Araújo, y Ecuador, María Fernanda Espinosa, se reunirán este lunes en Quito para mejorar la relación bilateral, afectada por la inseguridad en la frontera y las fumigaciones antidrogas de Bogotá, a las que Quito tilda de "nocivas".
"El encuentro tiene como finalidad mejorar el clima de relación", expresó la cancillería de Quito en medio del reciente hallazgo de restos de ecuatorianos asesinados por grupos paramilitares en fosas comunes de la vecina nación.
Quito ha anticipado que pedirá a Bogotá que le permita intervenir en los procesos judiciales para esclarecer el asesinato de al menos ocho ecuatorianos.
Espinosa planteó un "diálogo abierto, pero integral" con Araújo, y agregó que "permitirá hacer una revisión general de los temas de la agenda bilateral, incluyendo un análisis de los problemas que conlleva la relación de vecindad, comprensión y entendimiento mutuos".
"A partir de eso las relaciones podrán recuperar su dinámica constructiva", señaló la cartera, que en diciembre último se quedó sin su embajador en Bogotá, Alejandro Suárez, quien fue llamado a consultas por las aspersiones antidrogas y que retomó su cargo hace un mes, tras la suspensión de las fumigaciones.
Quito enfatizó que la reunión "tendrá una temática abierta, pero integral que incluirá las aspersiones, los casos de las fosas comunes, las indemnizaciones y compensaciones para los ecuatorianos afectados (por las fumigaciones aéreas)".
"El encuentro, que aspira a obtener positivas respuestas a las preocupaciones e inquietudes de los dos países en sus asuntos fronterizos, facilitará que se reabran las constructivas vías" de la integración y el desarrolló binacional, apuntó.
El gobierno del presidente Rafael Correa, que se niega a calificar de "terrorista" a la guerrilla y a involucrarse en el conflicto de Colombia, además ofrecerá a Araújo una detallada exposición sobre el denominado Plan Ecuador, la contraparte del "militarista y guerrerista" Plan Colombia, financiado por Washington.
"El Plan Ecuador es para la paz y desarrollo de la región fronteriza", insistió.
Mientras que Bogotá indicó el viernes que ha erradicado manualmente más de 1.600 hectáreas cultivadas con coca en una franja de 10 km colindante con Ecuador, el relator especial de la ONU, Paul Hunt, le pidió que suspenda de manera definitiva las aspersiones y que pague compensaciones a los afectados.
El enviado de la ONU constató in situ los "daños causados por las aspersiones" hace dos semanas y estableció que Colombia "deberá reconocer compensaciones y pagos por daños a la población fronteriza", dijo Espinosa.
Entretanto, Araújo dijo que "si ciudadanos ecuatorianos presentan pruebas de que han sido lastimados o perjudicados por acciones de nuestra política antidrogas, gustosamente atenderemos las reclamaciones que se presenten formalmente".
Ecuador aún mantiene la decisión de demandar a Colombia ante el Tribunal de La Haya por los efectos nocivos del glifosato.
Otro interés ecuatoriano es la repatriación de por lo menos 400 presos colombianos por narcotráfico, en el marco de un plan para combatir la inseguridad.
"Tenemos coletazos sin duda del conflicto colombiano que hizo que el sicariato, el secuestro extorsivo y el narcotráfico, delitos que antes no existían en el país, se incrementaran en los últimos seis años", señaló el ministro de Interior, Gustavo Larrea.
© 2007 AFP
