LA HABANA (AFP) Cientos de miles de cubanos salieron a disfrutar de la primera noche del Carnaval de La Habana, que abrió los festejos por el 50 aniversario de la revolución de Fidel Castro, en una fiesta a la que las autoridades intentan devolver, sin lograrlo, la fastuosidad de antaño.
"El que vivió lo que fue el Carnaval de La Habana, sabe que esto no le llega a la rodilla", declaró a la AFP Luz Olga Valdés, una jubilada de 62 años, que llegó la noche del viernes a la avenida costanera del Malecón, área principal de los tradicionales festejos para "gozar de lo lindo" con sus dos nietas.
"Hay una discreta mejoría respecto al año pasado, pero al carnaval le falta mucho para llegar a ser lo que fue, y además todo está carísimo", comentó Valdés, mientras intentaba seguir con la vista, desde unos 50 metros, el desfile de carrozas y comparsas sobre un reducido tramo del malecón.
Una andanada de fuegos artificiales, lanzados desde la fortaleza colonial de La Cabaña -al otro lado de la Bahía de La Habana- puso en marcha la noche del viernes una semana de carnavales, dedicada este año al medio siglo que cumplirá, el 1 de enero, la revolución de Fidel Castro, próximo a los 82 años, dos de ellos alejado del poder por una crisis de salud.
Conocido por su música telúrica, sus bailes de comparsas y desfile de carrozas, el otrora fastuoso Carnaval de La Habana tiene sus orígenes en las celebraciones del día del Corpus Christi y la Epifanía, cuando los negros esclavos organizaban danzas y marchas colectivas en la Cuba colonial.
La crisis económica de los noventa -motivada por la caída del bloque comunista- hizo desaparecer en la isla los tradicionales festejos carnavalescos por casi una década, regresando con timidez hace unos siete años, como un atractivo adicional para el turismo. Desde entonces las autoridades cubanas están empecinadas en reanimar las fiestas populares.
"Este año hemos tratado de que el carnaval sea más dinámico, tenemos unas 12 carrozas, y a las comparsas tradicionales se le está dando un profesionalismo muy grande", dijo a la AFP su director artístico, Alberto Medida, al destacar que "también aumentaron las áreas de bailables" callejeros.
No obstante, reconoció que los festejos aún están lejos de alcanzar los niveles de antaño: "Tenemos un trabajo decoroso, una buena puesta en escena... lo estamos intentando, pero todavía no lo logramos", apuntó.
El Carnaval de La Habana también están dedicado este año al centenario de dos de las comparsas más representativas de la isla: "El Alacrán" y "Componedores de Batea", y a los 70 años de la "Jardinera", las cuales desfilaron el viernes por el malecón, adornado con banderas blancas, rojas y azules, y kioscos que disponen de mesas y sillas para los comensales.
"Se está haciendo un gran esfuerzo por revivir el carnaval, pero eso no se logra en dos días, eso lleva mucho trabajo y dinero también", manifestó Antonio Rodríguez, un cincuentón que en los años setenta representó a varias comparsas en las fiestas.
Para Yoslaine Pérez, una cubana de 35 años que vive hace siete en Estados Unidos y que está de vacaciones en la isla el carnaval está, en cambio, "buenísimo". "Cuba es el único país del mundo donde la gente se divierte con tan poco", añadió.
"Está de padre, es un espectáculo realmente hermoso y difícil de olvidar", dijo por su parte Mónica Sena, una mexicana que dirige el grupo de danza "Crazy Ibiza Dancer", que se presentará este fin de semana en La Habana.
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