Eso de que a Andrés Zamora le llaman “padre”, a veces se lo toma muy en serio; así le ocurrió una vez que estando al aire la famosa canción de Paquita la del Barrio, Rata de dos patas, abrió el micrófono y en el nombre de Cristo reprendió la fuerte letra del tema.
“Es que no es bonito que te digan adefesio mal hecho, culebra ponzoñosa, maldita sanguijuela”, se justifica entre risas.
Este herediano (vive en Santo Domingo) de 35 años, en realidad sí es padre, pero de una niña de 10 años de nombre Mariángel, por la que respira y habla con el mayor de los orgullos.
Hace poco más de una década este machón de 1.88 metros y de 91.5 kilos de peso, hizo sus primeras armas en Radio Fides. Pero no fue hasta que llegó a Grupo Omega que se hizo popular, cuando el locutor Michael Salazar le “encaramó” el sobrenombre de “Padre Mix”, en alusión a sus creencias religiosas y al lugar de trabajo de donde provenía.
Nieto de una gloria de la radio nacional como don Carlos Luis Jara (ya fallecido), Andrés llega a la emisora Q’ Teja en la frecuencia 91.5 FM, dice seguir siendo el mismo tipo sencillo y de abrazo sincero, pero ahora con nuevo púlpito.
¿Por qué Padre Mix? El de eso fue Michael Salazar, locutor de Vox, una vez que estábamos en una transmisión. Él sabía que yo acababa de llegar de Radio Fides y cuando me iba a presentar dijo que venía alguien a hablarnos de la cosas de Dios, pero que en realidad era un padre disfrazado con tenis. Como Michael se encargaba de las mezclas en la radio, me puso Padre Mix y aquí estoy once años después.
¿Y de verdad se puede combinar lo espiritual y religioso con lo mundano?
Todo depende del enfoque que se le dé, no tanto de lo que digamos sino de cómo lo digamos, de la astucia con que expongamos las ideas del Autor por excelencia.
¿Su imagen de “padre” no atenta contra el ambiente en el que se desenvuelve?
He tratado de darle fuerza a la parte espiritual y aferrarme en algo positivo, sin dejar de lado lo que enriquece al corazón, eso es lo que le ha ganado a la tentación, es importante tener un norte y multiplicar los talentos.
¿Cuándo fue la última vez que se confesó?
Hace poco, en Semana Santa, el Lunes Santo propiamente.
Cuénteme de sus años en el Seminario.
Fue de 1997 al 2000, en una inducción de retiros vocacionales, lo que pasa es que tenía la presión del ambiente, en Fides me relacionaba permanentemente con sacerdotes y ellos andan siempre tras las vocaciones, así que acepté ir para ver si era lo mío.
¿Y de verdad quería ser sacerdote?
Fui a los encuentros y convivencias, pero no me veía ahí porque yo soñaba con un proyecto familia, casarme, tener hijos.
¿Cuánto le incomoda cuando tiene que hablar al aire de sacerdotes abusadores? La Iglesia Católica es santa y pecadora, santa porque la fundó Cristo y pecadora porque está conformada por nosotros los hombres. Dios ama al hombre pero odia el pecado, todos cometemos errores y es parte de lo que aprende el hombre, esos actos nos hacen un llamado sobre en quién ponemos nuestra confianza.
¿Es mejor un Seminario o una cabina?
Yo prefiero la cabina, es un púlpito moderno, puedo mandar un mensaje de esperanza y positivo, lleno de amor.
Pero hablar de mensajes positivos cuando se programan canciones que incitan al sexo extramatrimonial o a la violencia, ¿no es contradictorio?
¡Sí claro!, pero el enfoque que le dé es lo que marca diferencia. Yo te puedo presentar una canción de Paquita la del Barrio como Rata de dos patas , pero muchas veces cuando me ha correspondido presentarla o despedirla, me he metido en media canción para decir “rechazo todo eso –lo que dice la canción– en el nombre de Cristo” y sigue rodando la pieza.
Es que no es bonito que te digan “adefesio mal hecho, culebra ponzoñosa, maldita sanguijuela”, no creo que a alguien le guste, ¡claro!, hay gente que se lo gana, pero si puedo evitar eso mejor, mi propuesta es siempre un mensaje positivo.
Hace unos años su figura era muy diferente a la actual, ¿se propuso una rebaja de peso o fue circunstancial?
Llegué a pesar 106 kilos y ahora estoy en 91.5 kilos, fue por una intervención médica debido a piedras en el riñón, soy diabético desde hace dos años y tengo presión alta, así que una de las recomendaciones médicas fue controlar la dieta y eso me ayudó, pero antes nunca me importó el tema del peso, siempre he sido golosillo.
¿Qué pecados culinarios se da y no se da?
Caigo muy fácil con el tres leches, cuando lo veo se me activan las glándulas salivales. Al arroz con leche y la torta chilena definitivamente mejor no les entro'
¿Su abuelo fue el hombre más influyente en su vida?
Las enseñanzas de Carlos Luis Jara aún me acompañan, buena parte de mi personalidad fue influenciada por él, nunca olvidaré sus consejos, un caballero para hablar y corregir; las largas pláticas con un café. Una cosa que me inculcó es que si iba a hacer algo a medias mejor no lo hiciera, él como hombre de radio me decía que tenemos una gran oportunidad en la vida para dejar huella, para entrar por los oídos de la gente y quedarse en el corazón, siempre me decía que la gente lo recordará a uno no por lo que les diga o haga, sino por cómo les haga sentir cuando están con uno, por lo que le pueda dejar.
Y lo más importante que me heredó mi abuelo fueron los abrazos; quienes me conocen saben que ese es mi sello personal más que cualquier frase de las que digo al aire, el abrazo sincero que si me lo permiten dura más de tres segundos, es algo que me gustaría heredar, porque un abrazo dice más que mil palabras, mi abuelo con un abrazo me contestó muchas dudas y nunca me atreví a preguntarle.
¿Esos abrazos compensaron la ausencia de un papá?
Definitivamente, él en su lecho de muerte después del cuarto infarto que sufrió un 31 de diciembre me abrazó y me dijo: “recuerde siempre que yo soy su padre”, yo tenía 20 años cuando eso y él murió un 29 de enero, me dijo también: “Andrés yo no voy a estar para verte hacer lo que yo hice, pero desde el cielo te acompañaré”... por eso me da mucho miedo quedarle mal.
¿Ya perdonó a su papá por no estar?
Sí y él lo sabe, se lo dije en el funeral de mi hermano, él me pidió perdón por su ausencia y yo le dije que nadie puede dar lo que no tiene, tal vez cuando yo era niño él no tuvo el tiempo, el amor necesario, y yo le respetaré esa decisión hasta la tumba. Ese día sellamos el momento con un abrazo, no tengo nada qué preguntarle, el tiempo es de Dios.
Perder a un hermano de la forma en que a usted le ocurrió (lo asesinaron de varias puñaladas para asaltarlo), ¿cómo lo marcó?
El que un hermano muera de la forma en que murió Daniel, lejos de volverme en contra de la sociedad me acercó más a mi familia, me hizo más sensible, buscar en Dios una respuesta, lo que pasó con Daniel me terminó de convencer que nuestros problemas surgen por la ausencia de Dios en nuestras vidas y eso trato de transmitirlo a diario por el micrófono, la ausencia de Dios es una terrible enfermedad que nos carcome.
¿Qué le dice a la gente que está de acuerdo con la pena de muerte?
Yo creo en el arrepentimiento, todos quisiéramos desquitarnos con los que nos hacen un daño tan grande como quitarnos un ser amado, pero eso representaría que tendríamos que andar con una AK-47 siempre, con un par de bombas, andar detrás de los carros sospechosos para cobrar venganza y entonces perdería mi paz y las ganas de vivir, no podría comunicar el mensaje de esperanza que hoy comunico.
Quienes comenten este tipo de hecho son abominables, pero yo creo en la justicia de Dios.
¿Qué tipo de padre le gusta ser para su hija Mariángel?
Tengo un compromiso con el cielo a través de ella, es mi proyecto de vida, impulsa mi corazón yo quisiera ser un papá amigo y en eso trabajo todos los días, me involucro mucho con ella, hablamos mucho porque ella habla más que yo. ¿Le gustaría verla en su mismo ambiente?
¡Sí!, de hecho ya ha grabado varios comerciales para radio y para televisión, yo no le inculcado nada porque a ella le fascina el medio.
Y cuando toca hablar de sexo con ella, ¿cómo le ha ido?
En primer lugar tengo que decir que me parece muy bien que en las escuelas toquen el tema de una manera responsable, ella fue la primera en hablarme de eso por un cuestionario que le mandaron de la escuela, en el que le consultaron si ya había tenido relaciones sexuales. Me dijo: “papi, yo puse que no porque eso es estar con otro niño y yo soy muy chiquita”. Tuve que contenerme para no reír porque fue un momento espontáneo, no quería opacarlo y más bien me aproveché y traté de hablarle del tema con mucha naturalidad.
¿Le gustaría tener más hijos?
¡Sí!, definitivamente.
¿Habemus pareja?
Estoy en ese proceso, digamos que es un regalo de Dios
¿Usted diría que la homosexualidad se puede revertir?
Sí, es un tema muy delicado pero creo que hay muchas situaciones de trasfondo, de ausencia de figuras que nos distorsiona la vida, para Dios no hay nada imposible.
¿Cuánto le costó salir del amparo de Jorge Hernández y Grupo Omega?
¡Uf!, lo medité meses porque don Jorge, al igual que el Padre William Lizano, han sido pilares fundamentales en mi paso por la radio. Con don Jorge me une una gran amistad, lejos de la obrero patronal, por eso fue más difícil aunque llegó el momento, le pedí su consejo y comprensión, le expliqué que yo necesita poner en práctica cosas que le había aprendido.
¿Qué le hace llorar?
La injusticia e insensibilidad, lloro con frecuencia. También lloro al ver los niños con síndrome de down, por la tremenda ternura que despiertan, son ángeles en la tierra definitivamente, en ellos veo el reflejo de Dios, me encanta ver la forma en que ellos amaban la vida.
¿Es lo que comúnmente llamamos un santurrón?
¡Para nada!, nunca he fumado pero sí de vez en cuando me tomo un vino con buena compañía, ¡que va!, de santurrón no tengo nada.
¿A quién le gustaría darle un abrazo como los que le heredó su abuelo?
Al Papa Francisco, inspira fuerza, fe, coraje, me gustaría abrazarlo para que me pase un poco de eso.