Pekín y San José. EFE y Redacción. China lanzó, a las 3:58 p. m. de ayer (hora de Costa Rica), la nave no tripulada Shenzhou VIII, primera del país asiático que se acoplará a otra que ya está en el espacio.
El lanzamiento, desde la base espacial de Jiuquan (noroeste de China), es un paso más en el plan del gigante asiático para tener su primera estación espacial permanente.
Ahora, la octava nave de la saga Shenzhou (palabra que en chino significa “barco divino”) debe unirse al Tiangong I (“palacio celestial”), módulo de laboratorio espacial que orbita alrededor de la Tierra desde su lanzamiento, el pasado 29 de setiembre.
Antes de construir –alrededor del 2020– una estación propia en la que una tripulación pueda vivir por meses, China debe realizar otros ensayos una vez que el Tiangong-1 deje la órbita en el 2013.
Paso a paso. El año entrante, la novena y la décima naves Shenzhou también se acoplarán al módulo y, al menos una de ellas, irá tripulada, informó ayer la portavoz del programa espacial chino, Wu Ping.
Los medios del país asiático han mencionado la posibilidad de que en el 2012 viaje en una de esas naves la primera astronauta china.
Con este programa, China, el tercer país que llevó un astronauta al espacio (su primero fue en 2003), quiere demostrar que esta equipada tecnológicamente para trabajar en bases permanentes en el cosmos, frente a las reticencias de países como Estados Unidos a que la potencia asiática participe en la Estación Espacial Internacional.
Alemania participa en la Shenzhou VIII con 17 experimentos espaciales, en el primer plan de cooperación espacial chino en el campo de la microgravedad y la vida en el espacio.