“Si están reciclando a Oscar Arias y a Los Hicsos, entonces que me reciclen a mí también”, fue lo que Chiricuto le dijo semanas atrás a Manuel Lico Font.
El veterano ventrílocuo no se hizo mucho de rogar y aceptó sacar a su cejón y bigotón “hijo” del baúl al que mandó de vacaciones hace 12 años.
Ahora un Chiricuto con nuevas energías busca sacarle las risas a una nueva generación, tal y como lo hizo con los más grandes décadas atrás. Eso sí, olvídense de verlo vestido con otra camiseta, dado que su corazón, ahora mas que antes, sigue siendo bien morado.
Se acabó el “color”
Más saprissista que el Monstruo, Chiricuto prefirió no ver la luz mientras el equipo de sus amores estaba en el suelo. Ahora que Saprissa volvió a los primeros lugares, el muñeco no tiene pena en enseñar de nuevo sus característicos cachetes.
“Creo que le daba 'color' salir y por eso se espero a que Saprissa estuviera bien”, explica Lico , el creador de Chiricuto y de otro buen poco de muñecos. Con 61 años –45 de los cuales los ha compartido con su bocón amigo– Font dejó atrás las dolencias médicas que en su momento lo obligaron a ponerle un alto a la vida pública de líder del popular Partido Chiricutista.
“El médico me mandó reposo por un problema de vértigo que tuve años atrás y en ese tiempo me dediqué a pintar y tocar piano”, explica Font, quien siempre se ha ganado la vida con su distribuidora de materiales de serigrafía, mientras que a Chiricuto lo ha tenido por diversión.
Hace cerca de un mes Miguel Coco Mora le dedicó un espectáculo y lo calificó de su inspirador para meterse de ventrílocuo. Fue allí donde Lico sintió que era tiempo de resucitar a Chiricuto.
Por ahora solo se están dedicando a presentaciones privadas, pero Font asegura que ya le ofrecieron participar en un programa de radio e incluso ser parte de las celebraciones de la independencia de la colonia tica en Nueva York.
“No quiero forzar nada y si algo sale quiero que sea natural. Por ahora , Chiricuto es algo para los adultos que lo vieron en aquellos años, aunque me gustaría que los niños lo conozcan”.
Chiricuto “dice” seguir siendo el mismo al que se robaron y descuartizaron en los 70 y que puso de moda los chiriyoyos en los 80. Y ante la campaña política que se viene encima solo repite su frase de batalla: “No sea bruto, vote por Chiricuto”.