
Bogotá. Colombia le puso muy claras sus reglas a Costa Rica en la primera ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC), pero los empresarios ticos no las van a aceptar muy fácilmente.
Ningún producto industrial quedará fuera de este tratado. Es una posición colombiana que rige no solo para Costa Rica sino para cualquier negociación, incluso con Corea, advirtió su jefe negociador, Javier Humberto Gamboa.
Por el contrario, los temores que han expresado los empresarios agrícolas costarricenses quedaron bastante disipados cuando Gamboa reconoció que productos en los cuales son grandes productores y con reconocimiento mundial por calidad, como flores, café, azúcar y banano no estaban en su primera lista de intereses ofensivos.
La posición de Colombia en esta primera ronda dejó a la espera al sector productivo de alimentos.
Sin embargo, el interés colombiano de abrir el mercado centroamericano en este campo está claro.
Incluso, grandes firmas colombianas, como Grupo Nutresa, dueño de Pozuelo, hablan de la necesidad de eliminar aranceles e impuestos de entrada que se cobran actualmente a los alimentos.
El viceministro de Comercio Exterior (Comex) y jefe negociador de Costa Rica, Fernando Ocampo, tuvo que hablar claro ante la agresividad colombiana. “La parte complicada va a ser la industria, no el agro; es una negociación que se tiene que hacer con pinzas”, aseguró.
Lo que viene. En la primera semana de setiembre, el Comex realizará con los empresarios un nuevo proceso de consultas, para fijar posiciones de cara a la segunda ronda de negociaciones prevista entre el 24 y el 28 de setiembre, en San José.
Las consultas serán el primer terreno donde los industriales reforzarán su tesis de que este TLC si tenga exclusiones de rubros como papel y cartón, plásticos, materiales eléctricos, metales y sus manufacturas, pinturas, jabón y la industria de la cerámica.
“Es la posición de Colombia; otra cosa es que nosotros la aceptemos”, sentenció Luis Obando, asesor en comercio exterior de la Cámara de Industrias de Costa Rica, en relación con las propuestas de cero exclusiones en el TLC.
En tanto, entre los negociadores existe la idea de que la agresividad colombiana en industria puede abrir espacio para vender productos agrícolas allá. A los colombianos no se les darán concesiones industriales a cambio de nada.
Empero, Álvaro Sáenz, de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), no tiene tan claro el panorama.
Dice que aún tiene que revisar propuestas de cara a fijar una posición para el proceso de consultas. Por ahora, sigue la tesis de exclusión total de este sector.