Hace poco recibí el texto que presento a continuación, el cual adapté para esta columna con el deseo de que ayude en las reflexiones que todos acostumbramos a hacer cuando se acerca el fin de un año y el inicio de otro nuevo.
Un profesor se presentó ante sus alumnos con un gran frasco de boca ancha y un montón de piedras de unos 6 a 8 cms. de diámetro. Inició su clase y sin decir palabra comenzó a llenar el frasco con esas piedras, hasta el borde. Luego preguntó a sus estudiantes si les parecía que ya estaba lleno.
Ellos asintieron y entonces sacó de debajo de la mesa una bolsa de guijarros pequeñitos y los echó en el mismo frasco. Lo sacudió un poco y los guijarros se acomodaron en los espacios entre las piedras. Los estudiantes rieron .
Les preguntó de nuevo si el frasco estaba lleno y ellos dijeron que sí.
Cogió entonces una bolsa de arena y también la echó en el frasco, sacudiéndolo después. Por supuesto, la arena llenó todo lo demás. Hecho eso, le dijo a sus estudiantes:
"Dénse cuenta de que así es su vida. Las piedras grandes son las cosas importantes: su familia, su pareja, sus hijos, su salud. Todo aquello que es tan importante que les haría sentirse casi destruídos si lo perdieran.
Los guijarros son otras cosas que importan en la vida, pero en un menor grado . Son, por ejemplo, su trabajo, su casa o su automóvil. La arena es todo lo demás; las cuestiones pequeñas.
Si llenan primero el frasco con la arena o los guijarros, no les quedará campo para las piedras. Lo mismo se aplica a su vida. Si gastan toda su energía y su tiempo en las cosas pequeñas, materiales, no tendrán espacio para las que son realmente importantes. Pongan atención a esas cosas que son críticas en su vida.
Jueguen con sus hijos. Saquen tiempo para los chequeos médicos. Salgan a pasear con su pareja. Siempre habrá tiempo para ir a trabajar, limpiar la casa, dar una fiesta o arreglar lo que se ha descompuesto.
Preocúpense primero por las piedras, por las cosas que realmente importan . Establezcan prioridades, porque el resto son sólo guijarros y arena"
Aprender bien a hacer lo anterior, añade este columnista, es una tarea ineludible e impostergable para todo aquel que realmente se esfuerza por llevar una verdadera vida adulta. ¡Comencemos a hacerlo en estos días de descanso!