La empresa Componentes Intel de Costa Rica S.A. inició oficialmente, ayer, los movimientos en sus terrenos, ubicados en La Rivera de Belén, donde construirá la primera de cuatro plantas para el ensamblaje y prueba de microprocesadores para computadoras.
Con una ceremonia simbólica, la firma líder mundial en la fabricación de estas diminutas piezas, confirmó el anuncio que hizo en noviembre de 1996, cuando dio a conocer al mundo su deseo de invertir en Costa Rica.
La primera planta entrará en operaciones en abril de 1998, cuando se contratarán cerca de 2.000 empleados, entre ingenieros y técnicos en electrónica. Allí se probarán los últimos microprocesadores de Intel y otras tecnologías de la firma.
La actividad contó con la presencia del presidente José María Figueres, uno de los principales negociadores de esta inversión; los vicepresidentes Rodrigo Oreamuno y Rebeca Grynspan y gran parte de su Gabinete, que compartió con los personeros de la firma y gran cantidad de empresarios.
Para Figueres, la instalación de Intel en Costa Rica significa un logro "estratégico" que implica oportunidades de empleo bien remunerado, de inversiones, de exportaciones y un sello de aprobación internacional.
Según el Mandatario, este hecho le plantea al país un reto: resolver sus problemas estructurales como la deuda interna, la infraestructura y la modernización del Estado.
César Quiason, gerente general de operaciones de Intel en Costa Rica, manifestó: "Nuestro foco estará orientado hacia la producción y la excelencia operativa. Esta nueva planta va a recibir lo mejor que Intel tiene que ofrecer en términos de tecnología, apoyo y recursos".
Satisfacción generalizada
Para Enrique Egloff, gerente de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE), la venida de Intel marca una nueva era en el país y ya empezó a despertar el interés de otras empresas en Costa Rica.
"Vamos a trabajar muy intensamente para ayudar a que estas empresas se puedan instalar", manifestó.
Samuel Yankelewitz, presidente de la Unión de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada, consideró que Intel abre la oportunidad de importantes inversiones para Costa Rica pero, para ello, el Gobierno debe mantener los balances macroeconómicos razonables y seguir bajando el nivel de la deuda interna.
En el área educativa, el viceministro de Ciencia y Tecnología, Eduardo Sibaja, explicó que ya el país arrancó con la formación de la mano de obra que requiere la empresa. El Instituto Tecnológico de Costa Rica abrirá, en julio, la carrera de técnicos en microprocesadores, donde se formarán "unos 200 técnicos superiores y unos 400 técnicos intermedios, más un grupo importante de ingenieros que va a trabajar en la primera planta".
Intel en breve
El proyecto A6/T6 (Costa Rica) constituye otra de las operaciones que Intel, de origen estadounidense, posee en diez países diferentes, pero significa la inversión más grande en la historia de Costa Rica.
La firma es líder mundial en la fabricación de microprocesadores y produce el 80 por ciento de todas esas piezas que albergan las computadoras personales de todo el planeta.
Intel Corporation obtuvo ingresos por $21.000 millones en 1996 y emplea a 44.000 personas.
El proyecto A6/T6 reunirá las siguientes características:
- Inversión: Entre $300 y $500 millones.
- Empleos: 3.500 (2.000 en el primer año).
- Area: 50 hectáreas. La primera planta ocupará 30.000 metros cuadrados y 15.000 metros cuadrados de bodega.
- Calendario: La primera planta estará lista en abril de 1998 y ese año arrancará la construcción de la segunda. Las fechas para las otras dos aún no se han definido, pues responderán a comportamiento del mercado.
- Objetivo: Las plantas de Costa Rica realizarán los procesos de prueba y ensamblaje de los últimos procesadores de Intel (Pentium Pro y Pentium MMX). Además, trabajarán con otras tecnologías de Intel como el cartucho SEC, que integra microprocesador y la memoria.
- Producción: De la planta costarricense saldrá un tercio de todos los microprocesadores que produce la firma.