Aparte de participar en las negociaciones de la Cumbre del Clima, Costa Rica llega a Durban con una agenda bilateral bajo el brazo que pretende conseguir fondos y socios para llevar a la práctica una serie de acciones de mitigación nacionalmente apropiadas (NAMA, por sus siglas en inglés).
Los NAMA son mecanismos integrales que involucran al Estado y las organizaciones privadas. Estos se hallan diseñados para que se ajusten a las posibilidades y necesidades del país. Así permitirían la transición hacia una economía más baja en emisiones.
Para su implementación, Costa Rica requiere la ayuda de otros países. Por eso, el ministro de Ambiente, René Castro, se reunirá con el enviado especial de Cambio Climático de Barack Obama, Todd Stern, y el negociador principal de EE. UU., Jonathan Pershing, así como con sus homólogos de Alemania, Reino Unido, Colombia y Chile. “Alemania y Reino Unido están interesados en financiar la agenda de NAMA con algunos componentes de adaptación. Están muy preocupados por el tema de residuos sólidos y transporte aquí. Se están viendo otras formas de cooperación, que puede ser financiera o técnica”, comentó William Alpízar, director de la Dirección de Cambio Climático del Minaet.