Rabat . Costa Rica ha reafirmado su decisión de "congelar" sus relaciones diplomáticas con la autoproclamada República Arabe Saharaui Democrática (RASD), en una carta remitida por el ministro costarricense de Asuntos Exteriores a su colega marroquí y divulgada hoy.
La decisión de Costa Rica de "congelar" sus relaciones con la república proclamada por el independentista Frente Polisario fue anunciada por el ministro costarricense de Exteriores, Roberto Rojas, durante la visita que realizó a Marruecos del 21 al 23 del pasado mes de abril.
En la carta remitida al jefe de la diplomacia marroquí, Mohamed Benaissa, y divulgada por la agencia marroquí MAP, Rojas reafirma que "la congelación de las relaciones con la RASD está todavía en vigor" y que "sólo será revisada a la luz del resultado del referéndum" de autodeterminación del Sahara Occidental.
Rojas explica a Benaissa que el pasado 24 de mayo aceptó celebrar una reunión con un representante del Polisario "para explicarle las razones que han empujado a la República de Costa Rica a congelar sus relaciones diplomáticas con la RASD".
Señala que al término de su reciente gira por Oriente Medio, el embajador de la RASD en Panamá le pidió que recibiera en audiencia a su enviado especial, Omar Mansur, para abordar este tema.
"Acepté recibirle para exponerle personalmente las razones por las que Costa Rica ha optado por congelar estas relaciones", señala el jefe de la diplomacia costarricense.
Entre las razones esgrimidas, apunta que desde 1975, cuando Marruecos se anexionó la antigua colonia española, la RASD "no ha podido afirmarse en tanto que entidad territorial reconocida en el plano internacional".
Roberto Rojas añade que desde que comenzó el plan de arreglo de la ONU, que prevé la celebración de un referéndum de autodeterminación para atribuir la soberanía del territorio, el reconocimiento de la RASD está supeditado al resultado de la consulta.
El diario marroquí "Al Bayane", órgano del Partido del Progreso y del Socialismo (PPS), uno de los siete que forman la coalición de gobierno, afirmaba la semana pasada que "ya no hay que demostrar el apoyo creciente del que goza la causa marroquí" respecto al conflicto del Sahara Occidental y dice que el Consejo de Seguridad "debería tenerlo en cuenta".
Aseguraba, en este sentido, que "en Latinoamérica, varios países como Honduras, El Salvador, Guatemala, Perú... han decidido congelar oficialmente el reconocimiento de la pseudo-república saharaui, una forma de denunciar las mentiras del Polisario y sus artimañas".
El plan de arreglo de la ONU prevé la celebración de un referéndum de autodeterminación que debería atribuir a Marruecos o al independentista Frente Polisario la soberanía de la antigua colonia española, que los marroquíes se anexionaron en 1975.
Pero las diferencias entre Marruecos y el Frente Polisario en cuanto a la composición del censo que elabora la Misión de las Naciones Unidas para el referéndum del Sahara Occidental (MINURSO) han generado cinco aplazamientos de la consulta desde 1992.
Estas diferencias parecen hoy por hoy insuperables, por lo que se va abriendo paso la noción de una "tercera vía" que podrá consistir en que Marruecos ofreciera al territorio una autonomía de gestión.
La comisión de identificación de la MINURSO ha aceptado la inscripción en el censo de 86.381 personas, pero Marruecos ha presentado más de 135.000 recursos y ha reiterado que sólo aceptará la celebración del referéndum si se atienden estas apelaciones.
El Frente Polisario ha dejado claro por su parte que no hay otra solución que el referéndum y acusa a Marruecos de dilatar el proceso con la presentación de miles de recursos.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado miércoles una resolución que amplía durante dos meses el mandato de la misión para el referéndum del Sahara Occidental (MINURSO) y que respalda la búsqueda de alternativas al proceso actual.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.