¿En qué trabaja actualmente?
Trabajo con polímeros supramoleculares funcionales, campo que está en vías de desarrollo. Esto es imitar los polímeros de la naturaleza, que, al contrario de los artificiales, tienen la capacidad de autoensamblarse con mucho orden interno y de adquirir formas como hélices, cilindros o tubos.
”Así, trabajamos en diseñar modelos para predecir la forma en que los polímeros que desarrollamos se acomodarán para varios usos”.
¿En qué pueden emplearse estos polímeros?
Uno de nuestros propósitos es de usarlos para capturar la luz del Sol, e imitar los procesos de fotosíntesis de las plantas; es decir, convertir fotones en energía química. También pueden usarse para tener mejores catalizadores en industria química y aparatos electrónicos.
¿Cómo han creado energía?
Creamos un polímero supramolecular en forma de cinta, que permite la conductividad eléctrica en celdas fotovoltaicas. Cuando esas cintas reciben los fotones de la luz del Sol, hacen viajar muy rápidamente, sobre ellas, cargas eléctricas negativas y positivas , y crean el voltaje de una batería pequeña. ¡Podríamos hasta usarlas en la ropa para cargar nuestros celulares o pintar nuestras casas con ellas!
¿Qué avances han logrado en medicina?
Unimos una gota de agua con polímeros supramoleculares, y otra con un polímero natural llamado ácido hialurónico, que tenemos en nuestro cuerpo. Ambas forman una membrana muy delgada, en forma de saco, que hemos usado para encapsular proteínas que atraen células cancerosas. Nuestro objetivo es emplearlas para limpiar las áreas donde ya han sido extirpados tumores.