Segunda Piel . España, 1999, 102 minutos.
Dirección : Gerardo Vera.
Guión : Ángeles González-Sinde.
Producción : Andrés Vicente Gómez.
Fotografía : Julio Madurga.
Montaje : Nick Wentworth.
Música : Roque Baños.
Intérpretes : Jordi Moll#, Javier Bardem, Ariadna Gil, Cecilia Roth, Javier Albalá, Mercedes Sampietro.
Con una llegada algo tardía a nuestros cines, se estrenó en estos días Segunda Piel (1999), del director español Gerardo Vera, quien ya había dirigido antes filmes como Una mujer bajo la lluvia (1992) y La Celestina (1996).
En Segunda Piel , Gerardo Vera se propuso abordar, desde la contemporaneidad y a partir de un guión no literario, un tema controvertido y sensible: el de las relaciones sentimentales y sexuales de pareja.
Aunque, en este caso, condicionadas por un componente ambiguo y complejo: el de la homosexualidad o bisexualidad de uno de sus integrantes.
En el inicio del filme, Segunda Piel nos presenta una "clásica" relación de pareja, en la que Alberto (Jordi Mollá) y Elena (Ariadna Gil) son un estable matrimonio con un pequeño hijo.
No obstante, en algún momento comienza a enfrentar una crisis, cuando ella descubre el recibo de la habitación de un hotel a nombre de su marido, que le hace sospechar que éste tiene una amante.
Casi inmediatamente, la trama sufre un nuevo y sorpresivo giro, cuando nos enteramos de que realmente Alberto no tiene una amante, sino un amante: Diego (Javier Bardem), un médico cirujano con el que se ve frecuentemente y con quien comparte una apasionada relación amorosa.
A partir de aquí, la película nos presenta un argumento que hace énfasis en las permanentes inseguridades y contradicciones de Alberto. Este, juega inconscientemente con su esposa y con su amante, pues nunca consigue definir a quién o qué quiere en realidad, tanto sexual como afectivamente.
Apelando a ciertas dosis de melodrama (música, concepción de los personajes y de la historia misma), lo más interesante de este filme es, entonces, el modo en que se va adentrando y ahondando, poco a poco, en las ambivalencias psicológicas y necesidades no satisfechas de sus personajes.
En ese sentido, el filme nos muestra un Alberto inseguro y constantemente angustiado por no poder asumir su definición (o indefinición) sexual.
Y además, una esposa, un amante, e incluso una amiga de éste (Eva, que interpreta Cecilia Roth) que también padecen por sus apegos y deseos amorosos hacia personas que no los corresponden, o que lo hacen de manera contradictoria.
Con buenas actuaciones de Jordí Mollá y Javier Bardem en sus papeles de bisexual angustiado y homosexual asumido, respectivamente; así como de Ariadna Gil en la piel de esposa y mujer traicionada.
Este filme se resiente, no obstante, justo en su final mismo. Con un simbólico desenlace, abrupto y trágico a la vez (aunque de dudosa efectividad), su director Gerardo Vera no supo, al parecer, darle una resolución mucho más profunda y coherente a una historia. Pese a que como él mismo ha afirmado en una entrevista contiene mucho de emotivo y también mucho de autobiográfico.