Hay quienes se inician en cine con manos llenas de arte. Es el caso del director francés Christophe Barratier con su primer largometraje: Los chicos del coro, título que se le ha dado en Costa Rica, porque sí, al filme Los coristas (2004).
Barratier es guitarrista de formación académica y, en cine, solo tiene a su haber un corto titulado Les tombales (2001), basado en novela de Maupassant (1850-1893). Las manos de Barratier están bendecidas por esas diosas que son las musas.
La afirmación viene porque nos sentimos seducidos ante una película tan noble, tan bien lograda y con tanta riqueza conceptual como Los chicos del coro, ¡primer largometraje! Aunque él no lo diga, Barratier tuvo la ayuda de Euterpe, musa de la música; de Polimnia, musa de la lírica; de Terpsícore, musa del canto y de la danza; además, de Erato, musa de la poesía amorosa.
Desde ya, les garantizamos que usted verá esta película y la disfrutará como muy pocas veces se logra en el cine (¡por favor!: no pierdan el tiempo con videos).
Todavía más: el filme inunda nuestro ánimo con su visión esperanzada sobre la vida, ahora que cuesta tanto ser optimista ante los acontecimientos diarios.
Los coristas (o Los chicos del coro) es un filme muy inteligente, hecho con mucha vivacidad artística, con finura estética palmo a palmo, más bien: fotograma a fotograma, plano a plano, secuencia a secuencia. Es también una cinta hecha con el corazón y con la sinceridad de las emociones buenas. Lo mejor es que, todo eso, se transmite bien al espectador.
Es evidente: no tenemos recato en manifestar nuestro entusiasmo. Si no le damos el 10 en nuestra calificación es porque la música, con todo lo extraordinaria que es, asume un riesgoso papel protagónico que no le cabe: hay períodos en que nos parece escuchar un disco con imágenes al fondo, lo que nos obliga a cerrar con cautela nuestros oídos. Por lo demás, su factura técnica es sobresaliente, sobre todo la fotografía y su sabio montaje.
El texto del filme es humanista, nada de esas películas nihilistas que la gran industria nos ofrece desde Hollywood con el timo de la acción. Este coro de niños, con su celador en un internado para menores de edad, nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida: el filme humaniza.
Dentro de la aparente sencillez de la trama hay lo que el crítico español Federico Marín (ABC) define como "una pequeña maravilla".
Los chicos del coro está en un fin de semana especial en cine, junto a otras dos películas como lo son Querido Frankie (escocesa) y Valentín (argentina).
Las tres nos llevan a creer también en el sétimo arte. De las otras dos hablaremos en estos días.