Sin sorpresas
XVI Festival Internacional de Coreógrafos GRACIELA MORENO.
Jueves 03 de diciembre 1998.
CONTRA CORRIENTE, coreógrafo: Carlos Ovares, intérpretes: Zoila Alvarado, Teresita Campos, Karol Marenco, Florivete Richmond, Elsa Fournier, Ma. Jesús Picher, Erik Jiménez y Carlos Soto, Costa Rica
TOM BOMBADIL coreógrafo e intérprete: Guillermo Hernández, Venezuela
HISTORIA MíNIMA coreógrafa e intérprete: Vicky Cortés, Costa Rica
SALUENZA coreógrafa: Ivonne Durán, intérpretes: Oscar Chánis, Ena Aguilar e Ivonne Durán, Costa Rica
A partir de este año, el Festival Internacional de Coreógrafos tiene nombre: Graciela Moreno, el cual fue otorgado por la Junta Directiva del Teatro Nacional a petición de todos los bailarines, en honor de su fundadora y defensora. Con un discurso para recordar a muchos artistas que de alguna manera contribuyeron con el festival y han partido, dio inicio la XVI edición. Se encendieron velas por Marco Lemaire y José Masís, bailarines y fieles coreógrafos del festival, por Alberto Oreamuno creador del villancico que se escucha cada noche, También por Rodolfo Cisneros, David González, Marcia Maiocco y César Valverde.
Pronunciada la tradicional frase, Por ustedes y nosotros que amamos la danza, la jornada dancística se inició con el estreno de Contra Corriente. Coreografía ejecutada por la Compañía de Cámara Danza UNA, en la que Carlos Ovares plantea el tema del sufrimiento de un individuo que se enfrenta con los convencionalismos de la sociedad. El personaje principal -interpretado con fuerza por Erik Jiménez- lucha permanentemente contra las imposiciones de la masa. El conjunto de bailarines muestra un buen nivel técnico que permite disfrutar la cualidad de movimiento que plantea Ovares. La composición musical de Antonio Zimanyi ejecutada en vivo, da realce al montaje, pero en algunos momentos cae en la monotonía de la cual el coreógrafo no se escapa. Valdría la pena recortar la duración de la obra para aprovechar los hallazgos escénicos logrados.
De Venezuela fue la segunda coreografía, Tom Bombadil, bailada por su autor Guillermo Hernández, tuvo algunos momentos de interés, pero su extensión y la poca proyección escénica del intérprete causaron desinterés en el espectador.
Después del intermedio se presentó la reposición de Historia mínima, interpretada por su creadora, Vicky Cortés. Este trabajo muestra a una bailarina que destella ráfagas de energía en el escenario. Con un lenguaje creado a partir de una libertad desprendida de cualquier código técnico formativo. Cortés logra expresar con cierto patetismo su idea que gira alrededor de una identidad en precario balance. El vestuario podría ser revisado para darle realce al cuerpo.
Cierra la noche Saluenza, interesante trabajo de estreno, realizado por Ivonne Durán, en el que se mezcla la ironía y el buen humor para hablar de las personas que van por la vida vendiendo imágenes falsas. La discreta utilización de la escenografía, el dominio escénico en la ejecución de los integrantes del grupo Espacio Abierto, especialmente las mujeres, y el manejo adecuado de los tiempos para cada imagen hicieron que el público disfrutara de esta coreografía.
En general, las propuestas de esta noche no son ninguna sorpresa y se siente un esfuerzo de los creadores por desarrollar ideas que sean comprensibles para un público masivo que aún no llena la sala.