Esta pregunta es uno de los cuestionamientos que más nos desvela después de los 50. De acuerdo con el Dr. Ian Robertson del Instituto de Neurociencias de Trinity College, el rango de edad adulta se ha alargado; actualmente, el envejecimiento se da entre los 50 y los 80.
Este es el proceso en el que intervienen el mayor número de factores de nuestro organismo. Cada célula envejece de manera diferente.
La memoria empieza a mostrar sus primeros cambios a partir de los 40; sin embargo, con la estimulación cognitiva antes de los 50 esta se podría rejuvenecer entre 10 a 15 años y podría funcionar como una droga milagrosa para demorar el envejecimiento cerebral y sus primeros indicios de deterioro.
Cociente memorístico. Así como existe el término cociente intelectual, también existe el término cociente memorístico. Las personas con un cociente memorístico bajo van a sufrir un deterioro en la memoria a más temprana edad y con un deterioro más marcado. Por esta razón, las personas que siempre se ha quejado de una mala memoria desde joven, deben iniciar cuanto antes posible un buen programa de ejercicio físico y de entrenamiento de la memoria.
Hasta hace poco tiempo se creía que lo importante para tener una buena memoria era el número de neuronas que una persona poseía y se suponía que una persona mayor tenía menos neuronas, o menos materia cerebral. Hoy en día se sabe que poseemos igual número de neuronas, incluso las personas de edad muy avanzada; la diferencia radica en que las neuronas deterioran su comunicación entre ellas y si no hay una buena conexión la memoria se deteriora.
¿Para qué es importante esta información? Para que nos demos cuenta de que nuestro cerebro tiene la misma estructura para tener una buena memoria o una mala memoria a una edad madura, lo importante es poner esas neuronas a crear mayores y mejores conexiones entre sí (“sinapsis”).
Otro factor de riesgo para un envejecimiento prematuro es la obesidad. Una buena dieta disminuye el riesgo de la pérdida de memoria.
Recomendaciones para desacelerar el envejecimiento cerebral
“La memoria es la facultad de retener imágenes de objetos, experiencias, sentimientos o ideas sin tener el origen del recuerdo con nosotros”
kPara recordar algo hay que querer recordarlo.
kCualquier esfuerzo memorístico es inútil sin comprensión.
kConviene hacer pausas, para pensar en lo que se está haciendo de esta forma se refuerce la concentración, mientras se realiza cualquier trabajo mental. De esta manera, se estará dando una atención más continua, y se practica una excelente forma de asegurarse la comprensión de lo que se lee, de lo que se quiere recordar y definitivamente, mantener una verdadera concentración.
kSe debe entrenar la atención para captar detalles ocultos.
kPiense en imágenes: la imaginación también es memoria y es un excelente recurso para garantizar la memorización. Sin imaginación no hay memorización.
kLa repetición de forma mecánica, provoca la repetición de conceptos que no siempre se han comprendido. Por eso es importante primero que nada asegurarse de que lo que se quiere recordar está bien entendido, de lo contrario, el olvido ocurrirá antes de lo esperado.
kLa memorización repetitiva nos lleva a acumular datos sin conexión ni contexto, por lo tanto una vez terminada la tarea para lo que necesitamos el recuerdo este se desvanece rápidamente.
kEl poner como meta recordar lo que deseamos, sin excusas, constituye una de las herramientas más poderosas con la que cualquier persona puede contar la memorización comprensiva es la más efectiva, ya que la persona se ve forzada asociar, relacionar, visualizar y conservar los conocimientos.
El aprender cosas nuevas es un asunto de todos y para toda la vida, no hay pastillas milagrosas para su memoria, pero hay entrenamientos, terapias y actividades que realizar que sí lo ayudarán a mantenerla y mejorarla.
Indudablemente, se puede influir sobre nuestra memoria e inteligencia.