Buenos Aires, 18 jul (EFE).- En un registro civil abarrotado de travestis, lesbianas y gays, dos argentinos dieron hoy el sí y se convirtieron en la primera pareja de homosexuales de Latinoamérica legalmente constituida.
"Estoy muy orgulloso de pertenecer a la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) y de que estén mis padres acá. Con el deseo de vivir en una sociedad más justa, todo es porque amo a Marcelo (Suntheim)", dijo César Cigliutti ante la juez de paz y decenas de periodistas que registraron la primera "boda" homosexual de la región.
El evento pudo celebrarse gracias a una ley sancionada el 13 de diciembre pasado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que reglamenta las uniones civiles sin distinción de sexo, tras dos años de polémica por una férrea oposición de la Iglesia Católica, que considera a la homosexualidad una "desviación de la naturaleza".
Tras firmar el primer acta de registro de uniones civiles de Buenos Aires, Cigliutti, de 45 años, y Suntheim, de 35, se besaron entre una lluvia de pétalos de rosa que arrojaron los presentes.
A partir de esta norma, las parejas podrán compartir la misma cobertura de salud, acceder a créditos y planes de vivienda del gobierno local y a pedir licencia para cuidar a su pareja en casos de enfermedad, entre otros derechos.
El carné de la unión civil también les sirve como prueba frente a posibles demandas judiciales, pero no los otorga derecho a heredar en caso de muerte de la pareja ni tampoco permite la adopción de niños, algo que está en los planes de los recién casados.
"La unión civil es un paso más. Considero que esta libertad que se celebra hoy debiera ser lo más común en todas partes del mundo. El hecho que seamos el primer país de Latinoamérica representa que algo ha cambiado en Argentina", dijo a EFE Martha Markoff, titular de "Marlene", un centro cultural de lesbianas.
En Argentina, entre el cinco y el 10 por ciento de sus poco más de 36 millones de habitantes es homosexual.
Después de formalizar la unión, los novios salieron a la calle a festejar el acontecimiento y brindar con una multitud de amigos y curiosos que se acercaron al Registro Civil central de la ciudad, donde se congregaron numerosos curiosos y multitud de periodistas.
"Les vamos a tirar papel picado por un deseo de César y Marcelo, que prefirieron no tirar arroz por considerarlo un despilfarro en un momento de crisis como el que vive el país (...) Es un día muy importante porque se está cumpliendo el sueño de muchos que están y de otros que ya no están", contó a EFE un amigo de la pareja.
Formalizar la unión civil es muy simple y sólo cuesta 15 pesos (5,35 dólares). Para hacerlo, los integrantes de la pareja deben acreditar una convivencia mínima de dos años en Buenos Aires, deben ser mayores de edad y ser solteros o divorciados.
Muchos de los presentes aprovecharon la oportunidad para denunciar la discriminación que sufren los homosexuales, en especial los travestis, que suelen ser reprimidos por la policía.
"Esta es una reivindicación de uno de los derechos que fueron violados en Argentina. Es una demostración de que la ciudad progresó y con esto vemos que con una lucha constante se pueden lograr muchas cosas", dijo a EFE Mónica León, presidenta de la asociación civil Gondolín, de travestis y transexuales.
"Faltan leyes para las transexuales y travestis. Son muchos los derechos que se nos niegan. Más de una no accede a la salud por la discriminación que existe a la hora de presentarse en un hospital", agregó.
La ceremonia culminó en la calle en medio de papelitos de colores, abrazos, brindis y el tradicional intercambio de las alianzas mientras se dejaba oír la canción de la cantante argentina Sandra Mihanovich "Soy lo que soy", un himno dentro de la comunidad homosexual. EFE
ls/tg