No creemos pescar siquiera un resfrío , pero la idea de capturar nuestro propio almuerzo nos enganchó como un anzuelo, y aquí vamos.
Sólo pensábamos hacer un recorrido en familia por esta bella zona de Los Santos, y veníamos disfrutando del milagro de una carretera en buen estado.
De pronto comenzaron a surgir -cual campaña publicitaria- todos esos letreros: "¡Tenemos las mejores truchas!", "Le preparamos su trucha gratis", "Finca truchícola", "Albergue Savegre, reserva biológica privada. Pesca de truchas"&...;
Ahora, una calle pedregosa y empinada nos conduce por diez kilómetros hasta aquel albergue.
Al llegar, una fresquísima ráfaga nos dice que estamos a 2.200 metros de altura, donde sólo se oye el rumor de las aguas cristalinas del río Savegre. Muy cerca de su cauce, en la aparente quietud de dos lagunas, nadan unas 25.000 truchas.
¡Alguna tiene que picar!
Cuerdas al agua
Don Carlos Chacón es uno de los dueños de este centro turístico. Mientras nos ayuda a preparar la carnada, cuenta que, hace unos años, su padre trajo treinta truchas de Copey de Dota. "¡Con eso bastó para que se hicieran miles!", exclama.
Antes de que empecemos la competencia por ver quién pesca más, él agrega: se cobran ¢1.200 por cada kilo de pescado.
Advertidos, empuñamos las cañas. Parece que las escurridizas truchas saben lo que les espera, y se requiere paciencia para ver salir el anzuelo varias veces sin nada, hasta que por fin pican.
Los niños las llevan a pesar, orgullosos de su primera experiencia como pescadores. Aunque las cuatro truchas pesan poco más de un kilo, lanzamos de nuevo las cuerdas por si alguien quiere repetir.
Doble provecho
Las truchas se pueden asar en unos ranchitos, pero los Chacón ofrecen prepararlas, y se nos hace agua la boca al oír las opciones: empanizadas o con diversos rellenos; al vapor, a la parrilla, al horno, o fritas en mantequilla.
Cedemos a su delicioso sabor como las truchas al anzuelo. El aroma y el relleno de ajo, tomillo y laurel, tientan a repetir el exquisito platillo.
Pasan las truchas, pasan los platos, pasa el tiempo. El último bocado de todo buen almuerzo es una conversación, y, para saborearla, recorremos el lugar.
Hay cabañas, área para acampar, senderos, hamacas y hasta un lago con lanchitas. Si no fuera porque la lluvia amenaza con unirse a nuestra expedición, seguiríamos para conocer la cascada que está en el final del sendero.
Y, antes de emprender el viaje de regreso, una agitación en la laguna nos hace morder de nuevo el anzuelo, y pescamos un par de truchas más para la cena. ¡Traigan la cámara!: ¡unas fotos para que todos sepan que aquí pican de verdad!
Cómo, dónde, cuándo
Existen varios lugares dedicados a la pesca deportiva: cerca de Cachí (Cartago) y del Cerro Chirripó, en Bajos del Toro o la zona de los Santos (San José). Aquí van algunos ubicados sobre la carretera que va de San José hacia Pérez Zeledón:
Savegre Lodge y Cabinas Chacón:
San Gerardo de Dota, en el kilómetro 80.
Alquiler de cabañas a $32 diarios por persona (puede pagarse en colones). Incluye hospedaje, desayuno, almuerzo y cena. Los niños pagan la mitad.
Alquiler de caballos a ¢1.000 la hora. Tour por los senderos a $50 por grupo, con una duración de cuatro horas.
Transporte desde San José y viceversa, y a otros lugares del país.
Precio de la trucha: ¢1.200 el kilo. Incluye préstamo del equipo de pesca.
Tel. 771-1732.
Finca de Vidal Camacho:
Dos kilómetros al este de la soda Chespiritos Nº 2.
Además del área para acampar, hay una cabina para ocho personas que se alquila a ¢12.000 por dos días. Ofrece cuatro habitaciones, camas y cocina de gas.
Precio de la trucha: ¢1.200 el kilo. Se puede preparar en el lugar.
Tel. 225-4457.
Finca Los Lagos:
La Trinidad de Dota, en el kilómetro 64.
Cuenta con senderos, ocho ranchitos con mesa, bancos y parrilla, y un rancho grande para reuniones especiales. Parqueo amplio y área para acampar.
Entrada general: ¢200. Incluye préstamo de cuerda, carnada, aceite y carbón; también, uso de los ranchos y preparación de la trucha.
Fácil acceso en automóvil.
Truchas a ¢1.500 el kilo.
Tel. 224-6388.
Finca Santa Ana:
Está sobre el kilómetro 62.
Amplias zonas verdes.
Prestan cuerda y carnada, pero cobran la preparación de las truchas.
Truchas a ¢1.200 el kilo.
Vivero Truchícola del Incopesca
Ubicada sobre el kilómetro 78.
Aquí se encuentra el lote de padrotes con los que se abastecen las lagunas.
De lunes a viernes pueden realizarse visitas guiadas para conocer el proceso de reproducción de las truchas mediante fecundación artificial. Coordinar con el señor Álvaro Otárola.
Tel. 220-3952.