1829 -1899. Estadista, militar y diplomático venezolano, presidente de la República en tres distintos períodos: de 1870 a 1877, de 1879 a 1884 y de 1886 a 1887. Gobernante de amplias ideas liberales y sólida preparación, se le considera la figura más relevante de la historia política de Venezuela después de la Independencia.
Gobernó autocráticamente, llevando adelante una gran obra de progreso: reformó la enseñanza, trazó carreteras, ferrocarriles y acueductos, embelleció la capital, y se preocupó por publicar obras históricas de carácter cultural, y por transformar y mejorar la administración pública.
Hijo del político liberal Antonio Leocadio Guzmán, nació en Caracas. Estudió Medicina y Derecho. Aun estudiante, surgió a la vida pública en 1854, al pronunciar el elogio fúnebre del general Mariño. Al año siguiente se unió a la revolución de Zamora y participó en las luchas. Al morir éste se incorporó a las fuerzas revolucionarias de Falcón, quien lo nombró su secretario y le otorgó la jefatura del ejército del Centro, con el que obtuvo significativas victorias.
En 1863 llegó a un acuerdo con el secretario del dictador Páez, por medio del cual se logró la convocatoria a una Constituyente. Esta nombró a Falcón presidente y a Guzmán vicepresidente, con recargo de las carteras de Relaciones Exteriores y de Hacienda. Como tal viajó a Londres en procura de solución al problema del empréstito contratado por Páez.
Durante las frecuentes ausencias de Falcón, Guzmán se encargó de la presidencia de la República: de esa época son las mejoras que introdujo en la Hacienda Pública y la creación del Banco Nacional.
Desempeñó otras misiones en Europa; durante una de ellas, en 1868, una revolución acaudillada por Tadeo Monagas derribó el régimen de Falcón. Guzmán regresó, y desde Curazao encabezó un movimiento rebelde que se apoderó de Caracas en 1870.
Elegido presidente provisional y posteriormente constitucional, inició una obra de gobierno de carácter liberal que le creó conflicto con la Iglesia: instituyó el matrimonio civil y cerró seminarios y conventos.
En 1877 hizo elegir como su sucesor al general Linares y marchó a Europa; Linares falleció un año después. Guzmán regresó y derrocó al gobierno reaccionario que había tomado el poder, y de nuevo fue elegido presidente de la República.
Su gestión de gobernante se señala por el impulso cultural que dio al país; fundó la Academia Venezolana de la Lengua e impulsó la publicación de importantes obras históricas. Al terminar su administración sirvió cargos diplomáticos en Europa. De nuevo fue elevado a la primera magistratura en 1886, pero renunció un año después y se estableció en París, donde murió.