1836 - 1878
Poco después, el presidente don Juan Rafael Mora, comprendiendo el peligro que para Costa Rica significaba la presencia de los filibusteros en Nicaragua, alertó al pueblo para que se preparase a defender la soberanía; y en abril, cuando ya el improvisado ejército costarricense marchaba hacia Nicaragua, para enviarle refuerzos y armas, contrató un bergantín comandado por Juan Bautista Iriarte, y nombró como segundo de a bordo a Valle Riestra, quien entonces tenía 20 años. Como luego apareció entre la tropa la epidemia del cólera, el bergantín recogió en San Juan del Sur a enfermos y heridos y los trajo a la patria; pero la peste apareció a bordo; a consecuencia de ella murió Iriarte, y Valle Riestra hubo de asumir el mando. El gobierno costarricense adquirió otro bergantín -que fue bautizado Once de Abril – y nombró comandante a Valle Riestra, encargándole llevar refuerzos y municiones a la gente de Cañas que estaba en San Juan del Sur. Mas cuando el barco se acercó al puerto tras difícil travesía, ya los costarricense se habían trasladado a Rivas y el puerto estaba en manos de la gente de Walker. Valle Riestra se enfrentó a la goleta filibustera Granada ; después de dos horas de combate, una bala incendiaria acertó en su bergantín, produciendo una explosión y un incendio. El barco enemigo, en gesto noble, recogió a los heridos –entre ellos y en estado muy delicado a Valle Riestra– y los llevó a tierra. Don Antonio pudo regresar a Costa Rica 3 meses más tarde, y aquí se estableció. Se casó con una hija de Cañas; y cuando el heroico general en 1860 fue fusilado, se hizo cargo de velar, moral, cultural y económicamente, por la familia que quedaba huérfana. En 1876 se comprometió en una conspiración contra el presidente Guardia y fue expulsado de Costa Rica. Se estableció en Chiriquí, que entonces pertenecía a Colombia, y allí murió. Sus restos fueron traídos a San José, y descansan en el Cementerio General, en la bóveda de la familia Cañas.