Presidente Constitucional de Costa Rica en dos períodos, de 1906 a 1910 y de 1928 a 1932. "Pocas figuras han tenido el relieve y el valor de la de don Cleto en la historia del país, y quizá ninguna ha representado mejor que la suya las mejores virtudes del costarricense", dice don Abelardo Bonilla; y añade: "Fue un notable estadista, a pesar de que no tenía una filosofía política definida; un padre de nuestra democracia que llevó al extremo el respeto por la libertad, y un trabajador insigne, tanto en los trabajos materiales que tuvo a su cargo, como en el campo de la investigación histórica y de los estudios jurídicos."Fue presidente del Ayuntamiento josefino, del Colegio de Abogados y de la Junta de Caridad. Sus administraciones, prototipos de gobierno patriarcal, son ejemplo de respeto a la ley, a pesar de los enconados enemigos que tuvieron. "Posiblemente ningún otro Jefe de Estado ha sido tan combatido, y ninguno tan torpemente irrespetado".
Durante una crisis política dijo: "Dichosamente la paciencia es la única virtud que poseo en gran medida...Apelo al sentimiento patriótico y al buen juicio de mis conciudadanos para pedirles que ayuden al Gobierno en su tarea y lo aconsejen honradamente, ya que el Gobierno no tiene otro empeño que trabajar por el bien de todos;...todos debemos poner, sobre nuestras mezquinas rencillas y liliputienses luchas de campanario, el bienestar de Costa Rica..."
Nació en Barba, Heredia. Estudió en su provincia natal, en el Colegio de Cartago y en la Universidad de Santo Tomás; se graduó de abogado en 1884. Fue alcalde de San José, Secretario de la legación en Washington, Subsecretario de Goberna-ción y Policía, ministro de Relaciones Exte-riores y de Fomento y Agricultura, abogado de la legación en Madrid, diputado, Segundo Designado a la Presidencia y tuvo a su cargo la Secretaría de Hacienda.
Alcanzó la Primera Magistratura en medio de gran agitación política, que logró apaciguar. Desplegó gran actividad en los ramos de fomento e higiene pública. En su segundo período soportó una oposición sistemática, y hubo de variar constantemente el gabinete; para 7 carteras, tuvo 25 ministros. Al finalizar, tuvo que hacer frente al alzamiento militar conocido como el Bellavistazo , que supo superar con decisión y apego a las leyes. Murió en San José. Fue declarado Benemérito de la Patria en 1944.