
1839 - 1903
Sus inquietudes políticas disminuyeron el seguro fluir de su obra literaria. Intelectual de honda preparación, supeditó el arte a su actividad como maestro del pensamiento político, llegando incluso a vituperar la literatura “en nombre de la moral y la lógica”. “La peregrinación de Bayoán”, su única novela, es estilística e ideológicamente una de las más curiosas muestras del género en el siglo XIX.
Nació en Mayagués. Realizó los primeros estudios en San Juan; al concluirlos, sus padres lo enviaron a España; cursó la segunda enseñanza en Bilbao, y en la Universidad de Madrid estudió Derecho.
Oriundo de Puerto Rico, con familiares en Santo Domingo y Cuba, formado intelectualmente en España, soñó con la creación de una confederación antillana libre, que se constituyese en base de una América libre y unida. Para impulsar estos ideales, cuando todavía era estudiante, escribió artículos que se publicaron en periódicos de Madrid y Barcelona. Con similar intención pronunció conferencias en el Ateneo de Madrid; a una de ellas, Pérez Galdós hace alusión en el tomoPrim de sus célebres Episodios Nacionales.
Como republicano convencido, Hostos confió en que la primera República española otorgaría independencia a Puerto Rico. Cuando vio frustradas sus esperanzas, marchó a Estados Unidos, y dio inicio a una etapa de peregrinaje y propaganda que se extendió de 1869 a 1874; durante ella, trabajó en Nueva York, se trasladó a Perú, visitó y laboró en Chile, pasó a Argentina y volvió a Estados Unidos. Este periplo fue muy fructífero, pues enriqueció su producción y su espíritu, al tiempo que dejó positiva huella en todos los países que visitó. En Santo Domingo, de 1879 a 1888 llevó a cabo una magnífica tarea educativa en la cátedra, la prensa y el libro. Llamado a Chile por el presidente Balmaceda, realizó similar labor docente. Al concluir la guerra de independencia de Cuba, volvió a su patria con la ilusión de verla libre; pero encontró que la dominación española solo había sido sustituida por la estadounidense. Frustrado, viajó a Santo Domingo, donde dedicó el resto de su vida a obras pedagógicas y culturales. Falleció en Santo Domingo.