El diálogo escueto constituye la esencia de esta obra, cuya acción se guía por medio de los datos que el autor incluye sobre los personajes. Es esencialmente una obra dramática , pero situada no en la tradición del teatro vulgar medieval, sino en la línea latinizante y humanística de los imitadores de Terencio y Plauto. Lo que le confiere una real singularidad y un valor más directo y permanente es que el autor, abandonando la lengua latina, escribe en un castellano lleno de matices, muy adecuado a la educación y condición social de los diversos personajes. La prosa, culta y engolada en el hablar de los protagonistas, se torna coloridamente popular y llena de refranes y expresiones castizas en boca de los personajes más vulgares , como la vieja y los criados; ello constituye una de las manifestaciones más logradas del castellano, y pasó a ser modelo de los escritores del siglo XVI.
La Celestina narra los amores de dos jóvenes, Calixto y Melibea, que logran satisfacer su pasión gracias a la mediación de la vieja Celestina, personaje auténtico con algo de bruja y una desmedida afición por el dinero y la bebida.
Fernando de Rojas nació en la Puebla de Montalbán y murió en Talavera de la Reina; sus padres eran judíos .
En el prólogo de su inmortal obra incluye algunos datos biográficos, pero en general, su vida está envuelta en misterios . "En cualquier caso, la profunda intuición psicológica, el sentido de lo dramático y el lenguaje contrastado entre el idealismo de los protagonistas y el ruin materialismo de los criados, son por sí solos índice del genio creativo de este bachiller de Salamanca".
En la portada de antiguas ediciones se consigna que La Celestina fue compuesta "en reprehensión de los locos enamorados vencidos en su desordenado apetito".