Predicador católico. Con palabras llenas de fe e inspiración, y utilizando todos los medios de comunicación creados por la tecnología contemporánea, el predicador Salvador Gómez lleva un positivo mensaje espiritual hasta los más distantes territorios, explicando con intenso sentimiento y claridad de conceptos cómo las enseñanzas de las Sagradas Escrituras, a pesar de haber sido escritas hace ya muchos siglos, tienen aplicación para todos los dilemas que afronta la sociedad actual. Fruto de su profundo estudio de la Biblia y de un carisma especial con que lo ha dotado el Espíritu Santo, su prédica supera toda clase de limitaciones y llega al corazón de niños, adolescentes, personas mayores y ancianos de diferentes razas y condiciones sociales, y los colma de alegría y paz, facilitándoles una más intensa comprensión del Evangelio y la debida aplicación de las enseñanzas de éste a sus distintas individualidades.
Nació en Santa Rosa, Departamento de La Unión, República de El Salvador . Su padre era un empleado público; su madre -para quien tiene siempre un emocionado agradecimiento- era una mujer sensible que, dotada de buena voz, cantaba en la iglesia. Su infancia fue difícil porque sufría de frecuentes ataques de asma, y, disléxico, tenía problemas de aprendizaje y bajas calificaciones. No obstante -recuerda con ternura- una maestra a quien continúa visitando cada vez que vuelve a El Salvador, tuvo confianza en él y supo comunicarle fe en sí mismo. Adolescente conflictivo, fue internado en el Correccional de Menores de la Escuela de la Policía, donde se le sometió a disciplina militar . Allí, un sacerdote franciscano supo enseñarle que, a pesar de los errores que podría haber cometido, Dios continuaba amándole; este pensamiento modificó en forma integral su comportamiento humano.
Ingresó al Seminario franciscano Fray Junípero Serra, obtuvo el bachillerato en 1975 e inició el noviciado. Durante tres años estudió filosofía y trabajó como maestro. Comprendiendo que el claustro no era su vocación, salió del convento. En Guatemala trabajó como gerente de ventas de Decometales; mas siempre con inquietud espiritual, continuó estudiando la Biblia y explicando sus alcances a compañeros. Miembros de los Cursillos de Cristiandad le observaron en esta acción y lo acercaron al movimiento. Así inició su prédica. En dicha labor ha tenido tanto éxito que su ministerio se ha extendido a todos los países de habla hispana de América, a varias comunidades de Estados Unidos y a diversas ciudades europeas. Con casi 20 años de labor ministerial, su palabra -dirigida especialmente a quienes aún permanecen fuera de la Iglesia- se divulga en más de 80 programas diarios en radio, televisión e Internet.
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