En el lobby del hotel Ramada Herradura nadie tenía registros de un Tito Nieves. ¿No será Humberto Nieves?, pregunta el recepcionista. Y nosotros con evidente duda respondemos : “Debe ser él”.
Sí era él. Cuando nos disponíamos a esperarlo, una voz conocida llamó nuestra atención, pero lo que encontramos fue muy diferentes a lo que esperábamos. Esperábamos un “hombrote”, robusto y grande, cansado por el viaje, incómodo por el calor. Llegó uno mucho, mucho más delgado del que nos imaginamos o vimos alguna vez en un video. Simpático, bromista y cariñoso.
Pese al cansancio –ayer se levantó a las 2:30 a. m.– y a los retrasos en su salida del aeropuerto, llegó con el mejor de los humores. “Déjame que suba a acomodar unas cosas y ya bajo”. Quince minutos después estaba junto a la piscina, respondiendo preguntas mitad en serio, mitad en broma.
El intérprete de El amor más bonito y Fabricando fantasías está listo para la presentación que dará en nuestro país, mañana viernes. Llegó con anticipación porque le gusta sacar tiempo para atender a la prensa. “Me encanta la gente”, afirma, mientras el fotógrafo le pide que se vaya para allá, se siente aquí, se ponga así. Él, con toda la paciencia del mundo, atiende sus solicitudes dejando enfriar el pollo a la plancha que había pedido para almorzar .
Está en uno de los mejores momentos de su carrera, tiene disco nuevo que ya es un éxito ( Canciones clásicas de Marco Antonio Solís ), ha perdido 99 libras (lo logró con ejercicio y alimentación, asegura) y aunque la tormenta de la pérdida de su primogénito –hace tres años– arrecia en sus recuerdos a veces, ha aprendido a vivir sin su presencia. “La vida tiene que continuar”, afirma.
De su pérdida, de su pasado y de su disco habló con Viva el artista puertorriqueño.
¿Después de 33 años de carrera, como define Tito Nieves el éxito?
El éxito para mí es haber durado tantos años en esta carrera y querer seguir cantando y produciendo música buena con el mismo deseo.
¿Qué es lo que le gusta al público del estilo de Tito Nieves?
La voz, creo, y obviamente las canciones. Las mías son canciones románticas. Si a mí me preguntan yo tengo más fanáticas que fanáticos porque a las mujeres les gustan los temas románticos. Ellas se identifican con De mí enamórate o El amor más bonito . Soy un hombre muy romántico y he sido romántico toda mi vida... Y obviamente a la figura artística que tengo (dice mirándose) , estos ojos, estos labios (Se carcajea...)
Tres palabras que describirían a Tito Nieves...
Soy una persona sencilla, honesta y una persona que se muere por su público.
Luego de la muerte de su hijo la calma llegó a su vida...
La vida es complicada, pero hay gente que se complica más. Dios nos puso en este mundo para gozar y no para sufrir. Si esta vida fuera una vida perfecta, sería muy aburrida. Me entristece cuando se muere un ser querido, como me pasó, pero la vida continúa, hay días más fuertes que otros para mí. Muchas veces uno se pone a pensar por qué las cosas malas le pasan a la gente buena, pero es parte de la vida. Yo le decía a mi hijo cuando estaba enfermo: “Ommy, tú tienes que creer en Dios”, y él me decía: “¿papá, hay un Dios? ¿por qué yo estoy aquí si yo no le he hecho mal a nadie?”... Cuando mi hijo se quejaba del tumor yo le decía a Dios: “ponme a mí en esa camilla y déjame a mí con esa carga”, pero hay ciertas cosas que no tienen explicación. La vida es de esa forma”.
¿Qué cambió en su vida cuando Ommy se fue?
Ahora aprecio más a mis seres queridos, ahora no me tardo para decirle a mis seres queridos cuánto los quiero, le dedico más tiempo a mi hijo Tito, de 11 años. Esta vida es una vida corta, hay que saber disfrutarla. Aparte de mis hijos lo más grande que tengo son mis padres, que van para 54 años de casados, ellos son mis héroes, por ellos es que me decidí a bajar todas estas libras.
¿De dónde vino lo de “Pavarotti de la salsa”?
Fue Johnny Pacheco en una grabación de la Fannia (All Star), estaba Rubén Blades ahí y yo era el más joven del grupo. Estaba haciendo la voz alta y Pacheco desde la cabina me decía: “Tito, aléjate un poco, aléjate un poco más, ¡tu no eres un Pavarotti cualquiera! ,y ahí se quedó el Pavarotti de la salsa.
¿En qué momento supo que lo suyo era el canto?
Eso fue como un mosquito que me picó , siempre me encantó la música. Yo recuerdo que a los 16 ó 17 años trabajé en una tienda de ropa, pero eso no me gustó. Para mí esto de cantar no es un trabajo, para mí el escenario es como un altar, para mí cantar es sentirme libre de mi expresión y es una bendición de Dios. ¿Tú sabes lo que es estar en una tarima, tú estás cantando, la gente te aplaude y tú ligando mujeres?... (pone cara de pícaro).
¿La salsa suena mejor en inglés o en español?
Yo la canto de las dos formas porque me crié en Nueva York, pero te soy sincero, yo la encuentro un poquito más romántica en español porque yo me adapté a escucharla en español.
Canciones clásicas de Marco Antonio Solís se ha convertido en éxito. ¿Cómo surgió el proyecto?
Hace años le estoy grabando al Buki temas como El amor más bonito y Te amo ,y es que siempre he sido fanático de él. Un día recibí una llamada de Marco Antonio, recuerdo que ese día comenzó a hablar y hablar, ¡me sentí como una niña de quince años! El día que lo vi en persona le dije: “Marco, si yo fuera mujer todo esto sería tuyo” ...es que ese hombre tiene una facilidad de palabra, es una persona muy noble y sencilla. De esa conversación salió Canciones clásicas de Marco Antonio Solís y salió el tema que cantamos juntos que se llama Mi mayor sacrificio (del disco Tito Nieves En Vivo ). También hay un DVD en el que vas a ver la química que hay entre los dos. Recuerdo que el día que nos reunimos en el estudio, no te miento, grabamos diez minutos y ¡hablamos tres horas!