Nueva York. DPA. Ella era 10 años mayor que sus tres colegas en la serie televisiva Sex and the City , pero también era la única que mostraba su cuerpo generosamente desnudo ante la cámara: la actriz Kim Cattrall interpretaba el papel de la "comehombres" Samantha Jones.
"¡Las cosas podrían haber sido mucho peores que el hecho de que yo interpretara a una femme fatale en mis 40! Antes pensaba que a esa edad ya sólo interpretaría a esposas y madres", dijo Cattrall alguna vez. En el 2001, la revista estadounidense People la distinguió en la lista de las "25 personas más fascinantes". Su figura juvenil es fruto de disciplina y mucho deporte. Es casi inimaginable que Cattrall cumpla 50 años hoy.
Gracias a la desinhibición de la diosa sexual Samantha Jones -y claro, el franco respaldo de Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), Charlotte York (Kristin Davis) y Miranda Hobbes (Cynthia Nixon)- en el inicio del siglo XXI, las mujeres en el pudoroso Estados Unidos debatían de pronto más abiertamente sobre sus deseos sexuales.
Y eso que Cattrall rechazó tres veces la oferta de asumir el papel de Samantha Jones en Sex and the City , tras leer el libro de la columnista especializada en sexo Candace Bushnell. Tras el fin de la serie en el 2004, la prensa sensacionalista la identificó como una persona intrigante porque supuestamente siempre se peleaba con sus tres colegas. Uno de los puntos controvertidos era que Parker ganaba mejor.
Cattrall minimiza esas versiones. "Eramos colegas. ¿Que si éramos mejores amigas? ¡No!".
De todas maneras fue la única que imposibilitó que se hiciera una versión cinematográfica de Sex and the City, para decepción de los fans y del elenco.
Desde joven fue independiente y consciente de sí misma. Nació en 1956 en el Liverpool inglés, sus padres emigraron a Canadá, donde a los 16 años ella obtuvo una beca para la Academia Americana de Artes Dramáticas en Nueva York. En el último año la contrató el legendario director Otto Preminger y actuó en su penúltima película Rosebud (1975). Tenía 19 años.
Tras un paso por el teatro, volvió para siempre ante las cámaras. Perdió varios kilos para representar a la huesuda Judy en la película La hoguera de las vanidades (1990), sobre el broker de Wall Street Sherman McCoy (Tom Hanks).
Pese a su estatus de ícono sexual, la artista -que ha estado casada tres veces- no tiene problemas con la edad. "¿Y qué con envejecer? ¡Me importa poco!"