Los diputados llegaron al Congreso el 1.° de mayo con planes y reformas de ley para mejorar el país, y muchos, con la convicción de contratar a familiares como asesores con salarios pagados por el Estado.
Para colocar a familiares, 15 congresistas de las bancadas del Partido Liberación Nacional (PLN), Movimiento Libertario y el Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE) ya se valieron del derecho a contratar discrecionalmente su equipo de asesores “de confianza”.
Hijos, hijas, hermanos, sobrinos y cónyuges de legisladores están en la lista de empleados contratados a pedido de los nuevos diputados.
¿Cómo lo hacen? Parten del derecho que les da la Ley de Personal de la Asamblea Legislativa número 4556, donde se define el concepto de “empleados de confianza”.
Esta ley permite que cada diputado pueda contratar un máximo de 5,8 funcionarios de confianza y no pone ninguna restricción.
En la ley, sin embargo, se dice que para ser empleado regular del Congreso, el empleado no puede tener parentesco con otros servidores regulares o diputados.
Los congresistas defienden la elección de parientes, al señalar que es la confianza la que los conduce a seleccionarlos.
Así lo ratificó la diputada del PLN, Annie Saborío, y el congresista libertario, Ernesto Chavarría.
Mireya Zamora, del Movimiento Libertario y secretaria del directorio legislativo, dijo que “mi hijo Juan Miguel es un excelente profesional, con 12 años de experiencia política” y por eso lo contrató.
Igual opinó la libertaria Damaris Quintana, quien afirmó que su marido no cobra salario. “Mi esposo trabaja conmigo ad honórem, él es un gran profesional y saca de su tiempo para apoyarme acá”.
Hasta el momento, y aunque no es ilegal, solo 15 de los 57 diputados han revelado su parentesco con asesores. La Asamblea tiene 1.066 empleados en total, de ellos 334 de ellos son empleados de confianza.
El presidente de la Asamblea, Luis Gerardo Villanueva, dijo creer que no hay inconveniente moral en que un diputado contrate a un pariente. “No lo veo porque es personal de confianza”.
Agregó que desconoce cuánto devengan los asesores legislativos.
No obstante,
A esto puede sumar 55% por dedicación exclusiva, más un monto fijo (que es superior a los ¢15.000) por cada año de antiguedad en el sector público y otro monto por “carrera profesional”.
De las cinco plazas para cada diputado, dos son para profesionales, dos para técnicos y una para asistente. En el caso de los profesionales, si no tienen el título, se anula el nombramiento, dijo Villanueva.
“El diputado puede, dentro del personal de confianza, llamar a las personas donde ellos puedan sentirse seguros en su trabajo. No hay prohibición; precisamente es el personal del que se espera lealtad, sacrificio y esfuerzo, así como identificación”, indicó .
¿Qué hace un asesor? Villanueva explicó que las tareas son variadas. El asistente atiende al público y tramita cartas. Los profesionales y técnicos pueden asistir a comisiones legislativas, “ven lo que está malo” en los proyectos de ley que se discuten y proponen cambios. “Son la primera opinión que recibe el diputado de un proyecto” y son los que redactan mociones. Otros, se dedican a investigar temas y proponer cómo actuar.