Les llamaron los arlequines y nunca, a pesar de los años, abandonaron ese honorable y llamativo distintivo. En homenaje a ellos, y como prueba de su legado, un nuevo documental retrata el inicio del teatro profesional en Costa Rica.
Se trata de Por amor al arte... el teatro costarricense a partir del Teatro Arlequín , obra audiovisual de la artista costarricense Jeannina Blanco y Margarita Libby, que se estrenará el próximo sábado, a las 6:30 p. m., en el Teatro Popular Melico Salazar.
“Es un homenaje no solo a los arlequines, sino a todos los involucrados en el movimiento teatral costarricense”, señaló Blanco.
El documental, que es una coproducción del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica (Centro de Cine), hace un visionado histórico del teatro tico y, según sus productores, es la única compilación en video que se ha hecho acerca de este tema.
“Es por esto que el documental se convierte en una pieza de riqueza histórica para todo amante del teatro tico”, se lee en un comunicado del Centro de Cine.
El hilo. Por amor al arte... el teatro costarricense a partir de Teatro Arlequín es un largometraje de 55 minutos de duración, en el que arlequines como Guido Sáenz, Anabelle Quesada, Daniel Gallegos, Kitico Moreno y Ana Poltronieri hablan sobre sus primeras experiencias en el teatro.
Ellos se reunieron en el pequeño teatro de cámara de la Compañía Nacional de Teatro y allí intentaron recrear, “de forma natural y hablándole a la cámara, lo que era un teatro de bolsillo”, agregó Blanco.
“Cuentan las historias vividas juntos, y aparecen en las butacas del teatro tratando reconstruir la íntima atmósfera que se vivía en esa época, por ahí de 1956, que fue cuando iniciaron los arlequines”.
Además, el filme hace un viaje al presente, y retrata la actual industria teatral costarricense, su funcionamiento, los nuevos actores, “es una mirada al teatro contemporáneo, en donde se nota que el Teatro El Arlequín sentó las primeras bases”, agregó la realizadora.
La obra audiovisual, que según Blanco llevó unos tres años de investigación, incluye fotos inéditas de los casi 12 años en que el Teatro El Arlequín se mantuvo activo.
Por si fuera poco, la presentación sabatina del documental estará aderezada de una exposición de retratos y pinturas al óleo de los arlequines, que en realidad fueron la inspiración del filme.
“Como soy pintora, la idea inicial era hacer retratos sobre los arlequines, pero al entrevistarlos me apasionaron tanto sus historias que decidimos hacer algo más, algo que quedara. Ahí nació el documental”, señaló Blanco.