Digamos que la cosa estaba más que cantada: el actor colombiano Andrés Parra, quien se metió en la piel del narcotraficante más “famoso” del mundo, fue elegido por la revista Elenco como la figura más influyente de Colombia por su protagónico en Pablo Escobar, el patrón del mal.
La teleserie no solo rompió récords de audiencia en Colombia, sino que la población hispanoparlante en Estados Unidos también estuvo hipnotizada por esta megaproducción del canal Caracol que, según la crítica especializada, constituye una mezcla de documental biográfico con una exquisita producción casi cinematográfica que ha reseñado como nunca antes la vida de Escobar desde su más tierna infancia.
Basada en el libro La Parábola de Pablo , de Alonso Salazar, y contada desde el punto de vista de algunas de sus víctimas, la serie narra el origen humilde de Escobar, sus inicios como delincuente y su llegada a la cima del narcotráfico hasta convertirse en uno de los hombres más poderosos y buscados en la historia.
Ya desde su despegue continental en el papel del pintoresco narcotraficante apodado Anestesia (en El Cartel de los sapos ), Andrés había conquistado a millones de televidentes.
Muchos de sus fans (y hasta sus críticos) coinciden en que él tiene un “no sé qué” que lo vuelve encantador, aunque esté metido en la piel del sanguinario Pablo Escobar.
La sencillez que se desprende de sus entrevistas no hace más que prodigarle más y más admiración.
Entrevistado hace una semana por la revista Elenco (de El Tiempo de Bogotá), desparrama sin reparo alguno todos sus temores como ser humano y como actor... y sus seguidores le agradecen, a no dudarlo, esa autenticidad.
“Esto ha sido desbordante. Imaginé que la serie iba a tener un rechazo pues la gente había manifestado que estaba harta del tema del narcotráfico. Y le tenía miedo a que la gente dijera: 'Eso es Anestesia pero con peluca' o 'Eso es Jaime Cruz ( La bruja ) pero sin el palillo'. Pero que haya sido tema nacional, que haya sido tema en el Congreso, donde estuve hace poco hablando de Escobar, las portadas de revistas que no tienen nada que ver con farándula, como Semana... Fue un tema tanto de apoyo como de repudio a la serie”.
De hecho, la entrada de la nota, a cargo del periodista Diego Giraldo, lo describe intrínsecamente: “Su Escobar es de quitarse el sombrero. Nacido en Cali pero criado en Bogotá, este hombre que se come las uñas por ansiedad, que por eso mismo jamás se atrevería a consumir drogas ni alcohol, sueña con que Fabio Rubiano finalmente lo invite a actuar en una de sus obras”.
La anterior referencia se da a raíz de que el actor del momento finalmente logró uno de sus grandes sueños: que el prestigioso dramaturgo Fabiano Rubiano lo invitara a participar en una de sus obras.
Por ahora, se olvida de Pablo y habla de una de sus pasiones primarias, el teatro: “Hay partes muy duras. Como cuando te estás maquillando, faltan 5 minutos para dar inicio y solo hay cuatro personas porque nadie más vino a ver la obra. Toda la tensión antes del estreno, que con los años es cada vez peor. Cuando te reconocen, la gente espera más. Antes uno era otro más. También las dificultades económicas, lo difícil que es hacer teatro en un país donde el teatro está de último en la lista del entretenimiento. El conflicto con los otros actores y el director (...) Eso hace que a estas alturas el rating no me importe nada. Ese es un problema de los altos ejecutivos. No hay mayor soledad que cuando hay más actores que público en una sala”.
Evidentemente, el entrevistador anda por las ramas antes de entrar al (para Parra) trillado tema de Escobar, pero en el ínterin hace varios descubrimientos.
Irónicamente Parra, igual que sus personajes de Antestesia y de Escobar, no se anda por las ramas y dispara a rajatabla cuando se le pregunta cómo es que, sin tener tipo de galán, ahora todo el mundo quiere trabajar con él.
“Creo que, primero, esto es el resultado de muchos años de esfuerzo, desde el 91, cuando comencé a actuar en teatro. Tiene que ver con la constancia, con la disciplina, el amor que se le pone al trabajo, y hay mucho de suerte también. (...) El físico tiene mucho que ver; hay un enorme porcentaje, y hablo del trabajo de los maquilladores y de lo que yo le pude aportar de muchas horas trabajando solo. En un momento me fui a la finca de mi padre para encerrarme, en los Llanos. Preparé a Escobar en la Navidad pasada. Eso es trabajar y hacer la tarea. Los actores somos muy vagos pues no hay un entrenamiento preciso, como los bailarines que tienen su barra o los pianistas que saben que si no entrenan un día se les comienzan a dormir las manos”.
Pero, a raíz se su notoriedad tras el nombramiento de estos días, replicado en los diarios más importantes del mundo, Parra no puede evitar su historia una y mil veces contada sobre él y... Pablo.
"Me costaba mucho trabajo entender la personalidad tan contradictoria de Escobar. Siempre baso mis personajes en un enorme trabajo de investigación, pero en este caso tuve que solicitar ayuda profesional de psicólogos, algo a lo que nunca antes había recurrido para poder interpretar un papel”, dijo a Efe el actor.
Según Efe, el intérprete, de 35 años, nacido en Cali y criado en Bogotá, descubrió en esas sesiones algo así como la clave psicológica de Escobar: entender los procesos mentales que lo regían y lo motivaban a actuar esclareció un poco el misterio.
“Estos individuos son un poco como 'autodioses'; ellos tienen la capacidad de crear sus propias normas éticas y morales que los benefician solo a ellos. No forman parte de la sociedad” apuntó.
Luis Alberto Restrepo, uno de los directores que lo ha tenido a su cargo recientemente, sintetiza, con buen tino, cuál es la clave del éxito del hoy archifamoso Andrés Parra:
“Es un actor fuera de serie, un tipo con una capacidad impresionante. Aparenta una cara bondadosa, pero cuando entra a actuar borra todo eso”.
El actor, por su parte, ha repetido en decenas de entrevistas este año su defensa para quienes lo acusan de hacer una apología del submundo de Pablo Escobar. “Creo que lejos de glorificar, esta serie muestra la realidad detrás de la imagen de poder. No mostramos a Escobar en Bahamas, disfrutando y rodeado de mujeres, viviendo tranquilo; mucha gente desconoce el terror y el daño a la sociedad que él hizo y sería bueno que las personas, sobre todo las nuevas generaciones, conozcan esto”, dijo al diario español ABC.
Aunque ha reconocido cuán afectado estuvo en algún momento con el tema de Escobar, hoy, ya tomando distancia pondera que él no es uno de esos actores que se llevan el personaje a la casa.
“Estuve afectado pero todo fue al calor de los días, no permanente. Si te dejas afectar de tal manera que no puedes despojarte del personaje, creo que es dañino para el actor. Es equivalente a un cirujano que se desmaya con la sangre. Si es así, dedícate a otra cosa”, puntualizó el actor colombiano regordete y calvo que, por ahora, ha destronado a los más guapos actores hispanos dentro y fuera de Colombia.