Los Ángeles. Cuando la cantante Aaliyah murió en un accidente aéreo a mediados del año pasado, había asumido papeles en tres películas, pero solo uno de ellos sobrevivió a su muerte: el personaje de la vampiresa en la película Queen of the Damned (La reina de los condenados).
Esta cinta de los estudios Warner Brothers que se estrenó el viernes pasado es el caso más reciente en que los productores tienen que decidir si les conviene completar y estrenar una película después de la muerte de uno de los protagonistas.
En el caso de esta película de horror basada en una novela de Anne Rice, la artista de 22 años ya había terminado la mayor parte de su trabajo cuando ocurrió el accidente que le costó la vida.
Intacta
"Todo ha quedado prácticamente intacto, fue una bendición que pudiese terminar el rodaje", dijo Rashad Haughton, hermano de Aaliyah, de 24 años de edad.
Haughton ayudó a terminar la posproducción de la película grabando parte del diálogo de su hermana.
En cambio, en dos secuelas de la película de acción The Matrix, que se filmaban simultáneamente, no había suficiente metraje de Aaliyah para mantenerla en la cinta terminada. Y aunque numerosos aficionados a la cantante pidieron a Warner Brothers que la mantuviese en las películas, los productores se vieron obligados a dar el papel a otra actriz.
"Aaliyah había comenzado apenas a filmar (esas dos películas), cosa que alguna gente no entiende", dijo Haughton. "No había manera alguna de terminarlas con ella".
En esta era de alta tecnología, algunos cineastas han logrado rescatar por medio de la recreación digital las actuaciones de artistas que murieron durante la producción de las películas, entre ellos Oliver Reed, que falleció durante el rodaje de Gladiador en el 2000, y Brandon Lee, que murió mientras filmaba The Crow, en 1993.
Este tipo de recreación, sin embargo, no era tan fácil hace algunas décadas.
En la epopeya bíblica de 1959 Solomon and Sheba, Tyrone Power había completado alrededor de la mitad de la película cuando murió de un ataque cardíaco.
Yul Brynner fue contratado para hacer de nuevo todas las escenas de Power, pero algunos aficionados al cine afirman que éste puede verse todavía en varias tomas filmadas a distancia.
El problema cardíaco de Spencer Tracy en 1967 era tan grave que ninguna compañía estaba dispuesta a asegurar su participación en Guess Whos Coming to Dinner (Adivina quién viene a cenar).
La situación fue tal que el director Stanley Kramer y la coprotagonista de la cinta, Katharine Hepburn, accedieron a utilizar sus salarios como garantía para el caso de que Tracy muriese y la película tuviese que ser refilmada.
Tracy murió diez días después de filmar su última escena.
De las tres películas protagonizadas por James Dean, solo una East of Eden (Al este del paraíso) se estrenó antes de su muerte en un accidente automovilístico en 1955.