Nació: 1864
Murió: 1935
Profesión: militar y político
Nacionalidad: venezolana
Con el grado de general del ejército y como dictador, Juan Vicente Gómez gobernó y administró Venezuela como un feudo privado durante casi treinta años. Su rígida tiranía fue extremadamente severa en la persecución de los enemigos políticos. Administrativamente, pudo desarrollar una vasta obra material -como la apertura de caminos y la construcción de carreteras y edificios- gracias al descubrimiento en el subsuelo del país de grandes depósitos de petróleo, que le proporcionaron inmensas riquezas. El auge petrolero propició el desarrollo de una política de monopolios que, aun cuando mejoró la organización industrial e hizo posible la extinción de la deuda externa, empobreció notablemente la agricultura del país.
Gómez nació en San Antonio del Táchira, y en sus años mozos se dedicó al cultivo de la tierra. En 1889 se alistó en el movimiento revolucionario encabezado por el general Cipriano Castro, para derribar el gobierno del presidente Andrade. Jugó un papel importante en la insurrección y, tras la victoria de Tocuyito y el triunfo de Castro, fue designado gobernador del Distrito Federal. En 1902 logró sofocar la insurrección de los liberales federales, y ese mismo año fue nombrado vicepresidente de la República.
Desde ese cargo inició una política encaminada a ganarse la voluntad de los partidarios, de manera que, en 1908, cuando el presidente Castro, por motivos de salud tuvo que viajar a Europa y dejó el poder en sus manos, no le fue difícil conseguir la destitución de su antiguo jefe y hacerse proclamar presidente provisional. En 1910, en virtud de elecciones amañadas, resultó elegido Presidente en propiedad.
A partir de entonces fue dueño y señor del territorio venezolano. En 1914, tras una reforma a la Constitución, fue reelecto presidente para los siguientes siete años; pero prefirió la jefatura del ejército y cedió interinamente la presidencia a Márquez Bustillos, aunque él continuó con el poder. En 1922 asumió nuevamente la presidencia, esta vez acompañado en las dos vicepresidencias por su hermano y por su hijo. Continuando la dictadura, en 1929 se hizo designar comandante en jefe del ejército nacional, mientras ocupaba la presidencia Juan Bautista Pérez.
Durante sus gobiernos se enriquecieron fabulosamente sus deudos, amigos y servidores y fueron sañudamente perseguidos los adversarios. La muerte lo sorprendió en el ejercicio del poder. Su fallecimiento provocó manifestaciones de regocijo entre el pueblo venezolano. Las Cámaras, elegidas bajo sus auspicios, se hicieron eco del sentir popular así expresado y dictaron una ley que confiscaba en provecho del Estado todos los bienes del dictador. Huyendo de esta legislación, la mayoría de sus allegados abandonó el país. Así vino a establecerse en Costa Rica su hermano, el militar Santos Matute Gómez.