Nació: 1636Murió: 1711Profesión: escritorNacionalidad: francesa
Poeta y preceptista, a Boileau se le considera el crítico por excelencia del clasicismo y el dictador literario de su siglo. Moliere lo calificó de "el primer escritor de Francia"; fue un intelectual puro, cuya vida sin preocupaciones económicas estuvo siempre al servicio de las letras.
Debe su celebridad a los cuatro cantos de su Arte poético, obra que fue el código de la casi totalidad de los escritores europeos del siglo XVIII. Su estética señala tres puntos indispensables para la creación de la obra artística: sinceridad dirigida por la razón; naturalidad reforzada por la maestría técnica; e independencia de genio limitada por el deseo de agradar. Su influencia literaria en Francia fue importante hasta el advenimiento del romanticismo en el siglo XIX.
En el ámbito de la creación, Boileau supo reemplazar su falta de aliento e inspiración con un extraordinario sentido común y un buen gusto infalible, cualidades que poseía en grado sumo y que están presentes en toda su obra crítica. De él se conserva también su Correspondencia.
Nació en París. Hijo de un canciller de tribunal, fue, por su temperamento, gustos y costumbres, un auténtico burgués, agudo y sensato. Estudió en los colegios de Harcourt y Beauvais; abandonó la teología por el derecho, y después este por las letras. La muerte de su padre, acaecida en 1657, lo convirtió en un hombre rico y "en libertad para errar por el Parnaso". Frecuentó las tabernas y los círculos literarios, entabló amistad con Moliere, La Fontaine, Racine y Chapelle, y alternó con miembros de la corte, mundanos y libertinos.
En 1666 publicó su primera colección de sátiras, algunas dirigidas contra los autores que posteriormente fueron sus colegas en la Academia; bajo un estilo agudo e intensamente realista, estas encierran ya la ideología literaria que pondría de manifiesto posteriormente. De 1674 es Arte poético, libro en que codifica los principios y reglas aristotélicos, esboza una rápida historia de la lengua poética y de la versificación francesa, pasa revista a los géneros menores del idilio (elegía, oda, soneto y sátira) y formula los preceptos que deben guiar a la tragedia, la comedia y el poema épico. Escribió luego el poema heroico-cómico titulado El atril. Estas obras marcan perfectamente las características de su ingenio, limitado y opuesto al vuelo de la imaginación, pero seguro y absolutamente dueño de los medios expresivos.
En 1684 fue elegido miembro de la Academia en calidad de historiógrafo. Tres años después participó en la querella de Antiguos y Modernos, con una réplica a las censuras de Perrault. Falleció en París.
El profesor Arnaldo Pizzorusso consigna, refiriéndose a los últimos años de Boileau: "Con la revisión de sus obras y la evocación del pasado contribuyó a preparar su fama póstuma y su leyenda, y a establecer su retrato de hombre "dulce, sencillo y ecuánime". Hoy ya no creemos en el legislador del Parnaso cuyos consejos ayudaron y orientaron a Racine, Moliere y La Fontaine; percibimos, empero, en su franca y vigorosa honradez intelectual ciertos elementos fundamentales de aquella época ilustre, en la que los tres amigos de Boileau mostraron la luz del genio creador".