BOGOTA (AFP) El Ejército colombiano que durante 44 años persiguió en forma infructuosa al líder histórico de la guerrilla de las FARC, Manuel Marulanda, busca ahora al menos recuperar su cadáver para determinar la causa de su muerte, que según los rebeldes ocurrió por un infarto.
"Todos sabemos que la ubicación del cadáver de 'Tirofijo' es una información de interés nacional para poder establecer en realidad de qué murió, si fue un infarto o en un enfrentamiento o bombardeo", aseguró el general Mario Montoya, comandante del Ejército.
Marulanda, que fundó las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hace 44 años, murió el 26 de marzo de un infarto, según informó la guerrilla en un comunicado divulgado el domingo.
Pero el gobierno colombiano ha señalado que duda de esa versión y el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, incluso indicó que la causa de su muerte pudo haber sido una ofensiva reciente en una zona del este del país donde habitualmente se escondía Marulanda.
"Es una información de interés nacional y estamos dispuestos a pagar. Si una persona, incluso un guerrillero que se desmovilice, nos suministra esa información se va a ganar esa plata", dijo Montoya a periodistas.
El comandante militar no especificó el monto de la recompensa, pero descartó que por localizar la tumba se ofrezcan 5.000 millones de pesos (2,8 millones de dólares, al cambio actual) como informaron medios locales.
"Esa plata la pagamos por cabecillas no por tumbas", subrayó Montoya en referencia a la política del gobierno colombiano de ofrecer millonarias sumas por los dirigentes guerrilleros.
A comienzos de marzo esa política generó una polémica, después que un lugarteniente de Iván Ríos, otro de los siete miembros de la cúpula de las FARC, entregó a las autoridades la mano del jefe rebelde al que había asesinado para cobrar la recompensa que se ofrecía.
En el comunicado del domingo, las FARC señalaron que Marulanda -cuyo verdadero nombre era Pedro Antonio Marín- murió "como consecuencia de un infarto cardíaco, en brazos de su compañera y rodeado de su guardia personal y de todas las unidades que conforman su seguridad, luego de una breve enfermedad".
En el mismo texto, la guerrilla indicó que se le dio sepultura "con los honores que merece un conductor de su dimensión", pero no especificó la zona donde está ubicado el sepulcro.
En su reemplazo al frente de las FARC fue designado alías Alfonso Cano, cuyo verdadero nombre es Guillermo León Sáenz, un antropólogo de 59 años y conocido como el ideólogo del grupo.
El comandante del Ejército aseguró que sus tropas mantienen también las operaciones para dar con Cano en un área de la cordillera de Los Andes, en el centro del país.
"Sabemos de la ubicación general de Alfonso Cano que es sobre la cordillera Central y ahí estamos adelantando desde hace mucho tiempo operaciones con el fin de capturarlo", puntualizó.
Pese a estar debilitadas por golpes del Ejército colombiano y deserciones, las FARC mantienen una fuerte presencia en amplias zonas del sur y este de Colombia, especialmente en zonas cocaleras, lo que les permite financiarse del "impuesto" que según ellos cobran a los traficantes.
Además tienen a 39 rehenes, entre ellos la colombo-francesa Ingrid Betancourt y tres estadounidenses, a los que proponen canjear por rebeldes presos y en torno a cuya suerte lograron movilizar a gobiernos como los de Ecuador, Venezuela y Francia.
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