“La Virgen María / cantaba y reía, / Jesús se dormía / de oírla cantar. / Tan bien se ha dormido / que el día ha venido: / inútil ha sido / gritarle y llamar' / Y', entrando ya el día, / como Él aún dormía, / para despertarle / ¡la Virgen María / tuvo que llorar!”. Desde las páginas de Farolito , el poema del español Eduardo Marquina festejaba esa Navidad de 1956, acompañado con un dibujo del costarricense Juan Manuel Sánchez.
Como otras revistas infantiles, Farolito (1949-1956) solía agasajar a sus lectores en las fiestas navideñas. Sus poemas, cuentos, villancicos, oraciones, adivinanzas, leyendas e ilustraciones eran una sabia golosina para la niñez de aquellos años. Como una amorosa abuela, la revista seguía la tradición cultural para iluminar sus vidas.
En julio de 1949, Farolito tocó por primera vez su flauta mágica y mostró, a los chacalines, las maravillas que llevaba en su morral. Juan Manuel Sánchez y Francisco Amighetti –dos grandes artistas plásticos nacionales– eran los encargados de ilustrar la revista.
De ese modo, los dibujos de uno y los grabados del otro acompañaban las obras de célebres escritores: José Martí, Rabindranath Tagore, Selma Lagerlof, Juan Ramón Jiménez, Edmundo D’Amicis, Rubén Darío, Leopoldo Lugones, Félix María Samaniego, los hermanos Grimm, Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou, Emma Gamboa, Omar Dengo, etc.
Publicada por la Filial de la ANDE de Heredia, Farolito seguía la senda marcada por San Selerín y Triquitraque , emblemáticas revistas nacionales.
“Era un día de Navidad. Todos salieron para ir a la iglesia, con excepción de la abuelita y yo. Creo que nos quedamos solitas en toda la casa. Nosotras no habíamos podido ir con los demás, una por demasiado niña; la otra, por demasiado vieja'”. Así, la maestra y escritora sueca Selma Lagerlof inició su relato “La Noche Santa” (1949), acompañada en esta oportunidad con las maderas de Amighetti.
A lo largo de sus páginas, la revista contó historias en dúo: obras plásticas y literarias narraron en dos lenguajes. Un lector, un chiquillo, reunía las melodías: la palabra y la imagen.
Ilustrador infantil. Juan Manuel Sánchez Barrantes (1907-1990) fue uno de los escultores más notables de la Generación Nacionalista. También fue un gran dibujante, y sus dibujos iniciales fueron publicados en la revista Repertorio Americano.
Como ilustrador infantil, narraba con la línea, a veces escoltada por su verso. Ya desde Triquitraque , sus dibujos a pluma deleitaban a sus lectores. Su amor por la niñez y por la naturaleza quedó esculpido en aquellos dibujos redondeados y de trazos suaves que ilustraron muchas obras infantiles.
Algunos de esos dibujos eran historietas. En ellas, Sánchez siguió los usos propios de la época: generalmente tiras de cuatro viñetas con composiciones estróficas al pie. Son muchos los ejemplos exhibidos en Farolito : El caballito que quería saltar el río para seguir a su madre, El Nacimiento del Niño Dios, Historia del negrito Sambo Tom, La pájara pinta y sus pichonsitos (sic), San Francisco de Asís y los animales, San Isidro Labrador, Tío Conejo comerciante, Hormiguita y Ratón Pérez , etc.
En ocasiones, sus dibujos aparecieron bajo el titulo de “Cuentos ilustrados” y se publicaron por entregas, como estrategia para asegurar la continuidad de la revista.
Otros dibujos constituían historietas disfrazadas, como aquellas que acompañaron los inolvidables Cuentos de mi Tía Panchita, de Carmen Lyra (1936), cuyas viñetas se decantaban sin pausas ni divisiones. En un fluir de imágenes, sin palabras, los dibujos narraban (historietas) más que comentaban (ilustraciones).
La versión plástica de Juan Manuel también inmortalizó los Cuentos : hoy no es posible evocar aquel texto sin recordar ambas obras. Así, las dos propuestas dialogaron entre ellas y con los relatos populares de la Meseta Central con los que Carmen Lyra tejió sus cuentos allá en 1920. En homenaje a escritora e ilustrador, algunos motivos de Sánchez iniciaron su recorrido en sellos postales en octubre del 2007.
Otros textos memorables ilustrados por Juan Manuel Sánchez son: Versos para niños (Emma Gamboa), Cuentos de Nausicaa (Lilia Ramos), Mulita Mayor (Carlos Luis Sáenz), Por el amor de Dios (Luis Dobles Segreda), El Moto (García Monge), Cuentos grises (Carlos Gagini), etc.
Navidad. Como parte de su temática religiosa, Juan Manuel Sánchez dibujó episodios bíblicos y estampas propias de la Natividad: la Anunciación a María, la Sagrada Familia, el Pasito, los Reyes Magos camino a Belén, etc. Algunos enmarcaron textos literarios, otros los acompañaron. Con un diseño vertical, sus Nacimientos son variaciones de un mismo tema, que replican –en el rostro de María o de los serafines– el retrato estilizado de su esposa, Berta, dibujado y esculpido en otros momentos.
“Quiso nacer en las casas / de los hombres, por amor: / los hombres estaban ciegos / y le dijeron que no. / ['] Pero las bestias humildes / reconocieron su voz, / y en el establo le dieron / abrigo y consolación”. Ilustrando este poema del argentino Francisco Luis Bernárdez, la mula y el buey de Juan Manuel Sánchez le rindieron homenaje al Niño ante la mirada de la Virgen y San José ( Farolito , 1956).
La estampa se enlaza afectivamente con los demás animales que poblaron el mundo de Sánchez y con la imagen de san Francisco de Asís, una figura recurrente en su obra gráfica y escultórica. En su historieta “Hablaba así San Francisco inventor del Portalito”, Sánchez expresó su admiración por el santo de Asís:
“–Hermana mula, mulita, / lleva la Virgen María, /que de ella ha de nacer / el que anuncian profecías: / el dulce Niño Jesús, / flor de la pura alegría. / ['] Y humildes vienen los Reyes, / los devotos Reyes Magos, / con el hermano dromedario' / ¡Que en el Reino del Pesebre / hombre y bestia son hermanos!”.
Reconocimientos. Juan Manuel Sánchez recibió sus primeros premios en las Exposiciones de Artes Plásticas como escultor: obtuvo medallas de oro (1930), plata (1931) y oro (1932).
Más adelante fue reconocido con galardones nacionales de gran envergadura: el Premio Nacional Aquileo Echeverría (1965) y el Premio Nacional de Cultura Magón (1982). Don Paco Amighetti, compañero en Triquitraque y Farolito , también alcanzó el Magón (1970) y fue declarado Benemérito de la Patria (2010).
Hoy, Farolito nos reafirma el valor de la educación lúdica y creativa, en la que la calidad estética está unida al juego infantil: a la diversión. A lo largo del año escolar, la revista extasiaba a niños y niñas con letras e imágenes artísticas para provocar su curiosidad y su ansia por saber. Como regalo navideño, les concedía imaginación, sensibilidad y disfrute.
La autora ha publicado los libros 'Historia del humor gráfico en Costa Rica' (Editorial Milenio, 2008) y 'Caricatura y prensa nacional' (EUNA, 2002).