Sigmund Freud dejó un legado de pensamiento y de color. De pensamiento porque se convirtió en el padre del psicoanálisis, y de color porque fue el abuelo de uno de los pintores más importantes de la actualidad: Lucien Freud.
En estos momentos este pintor inglés tiene 77 años, vive en Londres y se ha ganado un reconocimiento mundial por sus óleos.
¿Y qué lo hace tan particular? El periódico estadounidense The New York Time lo ha definido con una frase lapidaria: "no es el más grande de los pintores realistas vivos, sino el único pintor realista vivo".
Se dice que al ser nieto del creador del psicoanálisis, en Lucien pervive ese interés fascinante por la temática de los estados subconscientes del pensamiento.
Sus cuadros, que pintan la desolación humana, sus desnudos de hombres y mujeres y esa capacidad portentosa de captar los momentos de resignación y tensión, han provocado que muchos digan que sus creaciones son imposibles de olvidar.
A lo largo de su trayectoria ha usado a personas muy cercanas como modelos de sus pinturas, por ejemplo, a su madre -a quien empezó a pintar en 1972- y a sus hijas (incluso las ha pintado desnudas).
El crítico Lawrence Gowing escribió que, para pintar, Lucien Freud necesita conocer muy bien a las personas que le posan "si no las conoce, el resultado sería como un libro de viajes".
Su vida
Lucien nació el 8 de diciembre de 1922 en la capital alemana.
A sus diez años de edad se trasladó a vivir a Londres pues acababa de ser nombrado como canciller germano Adolf Hitler.
En su juventud faltaba a sus clases de pintura porque las consideraba muy aburridas, pero aun así, en esos inicios se preocupó por perfeccionar su manera de dibujar, su detallismo se comenzó a hacer evidente.
Siempre fue evasivo con la academia y por eso se le ha considerado un empírico de las artes. Aun así, el precio de sus obras le rinde tributo a un empírico que ha logrado un nivel muy alto.
Es curioso que Freud ha expresado de manera permanente su preferencia por el óleo y nunca se interesó por otros medios pictóricos.
"Creo que su pintura se apoya en un dibujo muy correcto, muy detallista y de ahí parte para lograr un volumen impresionante", destaca el pintor costarricense Rolando Cubero.
Cubero, quien también maneja en su obra la temática del desnudo, explica que en Freud la figura humana siempre es el interés principal: "Él une elementos en personajes cargados de gran tensión psicológica y saltan a una superrealidad."
También apunta que su manejo de la luz y el espacio recuerdan la obra de artistas flamencos del pasado, como Jan van Eyck.
Si el público no ha podido estar muy en contacto con sus obras, es porque la mayoría está en colecciones privadas y no en museos.
Opiniones sobre su obra
n La suya es "la sinceridad visual a cualquier precio y la síntesis de sentimientos", por J.J. Navarro Arisa, diario El Mundo .
n Sobre varios pintores modernos, incluido Freud: "Son pintores incómodos, esos que no acaban de encajar en los manuales de historia del arte porque se salen de las coordenadas de cualquier movimiento", por Catalina Serra, El País Semanal.
n Sobre los desnudos de Freud: "Suelen estar solos y cuando aparecen acompañados son sorprendidos en momentos de letargo en los que no se establece ninguna comunicación", por Olga Spiegel, diario La Vanguardia.
La vida del artista
A continuación presentamos una breve reseña de la cronología del pintor:
1922: Nace en Berlín, el 8 de diciembre.
1933: Se traslada a Londres.
1938-39: Estudia en el Central School of Arts and Crafts, Londres.
1939: Adquiere la nacionalidad británica.
1939-42: Estudia en la East Anglian School de pintura y dibujo, bajo la guía de Cedric Morris.
1942-43: Estudia a tiempo parcial en el Goldsmiths' College, Londres.
1949-54: Profesor visitante en la Slade School of Fine Art, Londres.
1951: Premio del Arts Council, Festival de Bretaña.
1983: Es nombrado Companion of Honour.
1987: Selecciona la exposición Artist's Eye, National Gallery, Londres
1993: Galardonado con la orden del Mérito. Vive en Londres.