Una misión de gran trascendencia científica solo puede estar en manos de alguien que reúna los conocimientos necesarios y haya demostrado su capacidad como profesional; por eso, Geovanni Martínez fue elegido para trabajar en uno de los proyectos más ambiciosos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
Oriundo de Cartago, ese ingeniero partirá dentro de dos semanas a Estados Unidos para crear un sistema que permita manejar un robot por control remoto. El robonaut , nombre del aparato, será utilizado para la construcción y el funcionamiento de la estación internacional en el espacio.
Martínez estudió ingeniería eléctrica en la Universidad de Costa Rica y luego obtuvo un doctorado en la Universidad de Hannover, Alemania. Allí desarrolló un modelo de telecominicación digital para estimar el movimiento humano a partir de señales de vídeo: eso era justo lo que buscaba la NASA para su proyecto.
"Uno de los objetivos de los investigadores es lograr que el robonaut ejecute automáticamente los mismos movimientos que realiza la persona que lo opera. Para eso se estima primero el movimiento de las diferentes partes del cuerpo del operador, y luego se le transmite esa información al robot para que la transforme en comandos", explica.
El tico, que desde niño mostró su afición por "armar y desarmar cosas" y estudiar matemática, afirma que siempre soñó con trabajar para la NASA. Por eso entabló contacto con la Universidad de Houston cuando se enteró del proyecto del robonaut , ya que ese centro de estudios es el que se encarga de desarrollarlo junto con el Johnson Space Center de la NASA.
Inicialmente, Martínez fue contratado por un año, pero ese lapso se extenderá si el trabajo da buenos resultados.
Así, este ingeniero de 34 años se prepara para iniciar una nueva vida en Houston al lado de su esposa Hazel Vargas, con la cual se casó hace apenas un mes.
Muchos sueñan con llegar a la NASA, pero pocos lo logran, ¿qué se necesita para hacerlo?
Es importante obtener un doctorado, ojalá en una universidad de mucho prestigio internacional. De este modo, uno puede trabajar en proyectos de mucha relevancia que lo hagan experto en un área que sea útil para la NASA.
Todo esto requiere mucho esfuerzo, sacrificio y deseos de superación, pero son demandas propias del tipo de carrera que uno escogió. También hay que tener una clara intención de contribuir en algo que no solo beneficie al país sino a todo el mundo.
Si existiera la posibilidad de hacerlo, ¿crearía un robot que trabaje por cuenta propia?
Sí, siempre y cuando el robot tuviera en cuenta ciertas leyes, como la de nunca dañar a una persona.
El robot siempre tiene que ver al ser humano como un ente superior, tiene que obedecerlo y ayudarlo a mejorar sus condiciones de vida.
¿Cree posible que los robots lleguen a sustituir al ser humano?
Ese pensamiento no pasa por mi mente.
Sí pienso que construir máquinas que le alivien el trabajo a las personas es algo positivo, porque pueden encargarse de las actividades que no son intelectuales para que el ser humano se dedique a pensar y crear.
¿Cuál es el mayor error que puede cometer un científico en aras de su trabajo?
El peor error es no pensar muy bien en las consecuencias de lo que se está haciendo. Siempre que uno va a empezar un proyecto debe preguntarse si eso presenta más ventajas o desventajas, y tomar eso como un punto de referencia para tomar la decisión de hacerlo o no.
Creo que no se debe hacer algo que pueda tener más efectos nocivos que buenos, pero tampoco se debe dejar de hacer una investigación solo porque se encuentra una desventaja en medio de muchas cosas buenas.
Algunas personas critican la participación de la NASA en la carrera armamentista. ¿Qué opina usted al respecto?
No sé si la NASA trabaja mucho con la milicia, pero creo que algunos proyectos son muy caros y a veces no se consigue financiamiento a través del gobierno u otra institución, sino que solo se pueden conseguir los fondos si se tiene alguna justificación militar, porque el Ministerio de Defensa es el que suele tener más dinero. Por eso se dice que durante las guerras se hacen más inventos.
Creo que este es uno de los aspectos que uno debe tomar en cuenta antes de decidir si participa o no en un proyecto, pero, desgraciadamente, uno puede realizar un trabajo con el mejor propósito y otra persona le puede dar un uso totalmente distinto.
¿Cómo imagina el futuro?
Para mi el futuro es una sociedad con sistemas de comunicación sumamente avanzados, donde las personas puedan comunicarse, verse y hasta sentirse de una forma muy real, sin necesidad de movilizarse a ningún lado.
También imagino que la gente va a requerir menos esfuerzo físico para hacer sus tareas porque un robot la va a ir liberando de muchas actividades.
¿Está entre sus expectativas el viajar al espacio?
Claro que me gustaría ir al espacio, pero no creo que exista la posibilidad de hacerlo con el proyecto en el que voy a trabajar. Tal vez más adelante surjan otras opciones y pueda viajar.
¿Qué extrañará de Costa Rica durante su ausencia?
Creo que extrañaré al país como un todo, porque uno se acostumbra a la gente, el paisaje, el idioma y todo lo que conforma su entorno. Sin embargo, no hay que dejar que eso influya mucho en la nueva vida de uno: también hay que adaptarse al nuevo ambiente en el que uno va a vivir si eso es lo que uno ha querido.