NEW WESTMINSTER, Canadá (AFP) - La primera semana del proceso del presunto peor asesino de la historia de Canadá termina el jueves con el fin de la difusión de una larga grabación de video en la cual el ex criador de puercos Robert Pickton es acusado de haber dado de comer a sus cerdos a las mujeres que mataba.
Durante tres días, el jurado vio la grabación de un interrogatorio de 11 horas realizado justo después de la detención de Pickton, de 57 años, en febrero de 2002. El presunto peor asesino de la historia canadiense pasa en la cinta de verse relajado a abatido, ante las acusaciones que se le imputan, negando hasta ahora haber matado a alguien.
En el interrogatorio, un policía le hace escuchar el testimonio de un conocido, Andy Bell, afirmando que mataba a mujeres, las desangraba y se las daba de comer a sus cerdos.
Pickton reacciona con incredulidad. "¡Oh! ¡Es cualquier cosa!", dice antes de reírse y de añadir: "¡He aquí una historia!".
Otro conocido de Pickton afirmó que éste le había dicho que un modo de matar a los drogadictos era inyectarles en las venas líquido anticongelante para limpiaparabrisas de automóviles.
El juez James Williams había advertido al jurado prestar atención a las reacciones de Pickton y no considerar las declaraciones -por otro lado difícilmente audibles- de estas dos personas como una prueba de la culpabilidad del acusado.
El registro en video del interrogatorio fue realizado cuando Pickton era acusado sólo del homicidio de dos mujeres, una cifra que desde entonces ascendió a 26. Su proceso actual se refiere a seis homicidios, los otros serán objeto de un proceso posterior.
Durante su interrogatorio, Pickton, repantigado en una silla, pasa por diferentes fases emocionales frente a las tácticas empleadas por los policías, a veces cómplices y otras implacables, y destacando que las pruebas contra él, particularmente los análisis de ADN, son irrefutables.
"Pero esto no quiere decir que sea yo quien las mató", se defiende en un momento.
Confrontado ante un panel con las caras de unas cincuenta mujeres desaparecidas, afirma no conocerlas. Hace por momentos comentarios sobre el físico de las desaparecidas. "Es hermosa, ¿no?", observa, afirmando que ninguna de ellas fue a su casa.
"No me acuerdo de ninguna de estas personas (...) Ustedes pueden hacer conmigo lo que quieran, esto no me convierte en un asesino", dice.
Reconoció también tener un arma, afirmando sin embargo que era para matar a los cerdos que criaba y comerciaba.
Pero en otro momento, después de varias horas de interrogatorio, cuando una mujer policía entra en escena y reemplaza a su colega hombre y le ofrece algo de comer, Pickton parece desanimarse.
"¿Merezco algo de comer? (...) Debería estar en el corredor de la muerte. Estoy acabado. Soy un muerto andante", se queja.
Cuando la policía le pregunta qué quiere decir con eso, replica "para qué, ya estoy crucificado", afirmando no haber hecho nada malo.
Se muestra estupefacto en otro momento cuando un policía le dice que toda la prensa canadiense habla de él después de su detención.
En la primera parte del interrogatorio, Pickton había repetido ser sólo un "simple criador de cerdos", calificando de "ridículas" las acusaciones en su contra.
Después de una primera semana agotadora, el jurado, que asiste al tribunal cuatro días a la semana por este caso macabro, podrá descansar el viernes.
Se estima que el juicio durará probablemente un año.
© 2007 AFP